Aumenta la cifra de estafas informáticas, con una mayoría de delitos leves

La Fiscalía Superior de Andalucía ha observado un incremento en el número de delitos informáticos pese a la dificultad de cuantificar todos los que se cometen con el uso de TIC, la mayoría centrados en estafas leves pese a la evolución y adaptación de los delitos, con grupos organizados y criptomonedas.

La memoria del Ministerio Público correspondiente al 2021, hecha pública esta semana y a la que ha tenido acceso EFE, ha destacado la complejidad de cuantificar los delitos informáticos ya que la tecnología se usa para un abanico amplio de supuestos delictivos, desde la pornografía o el acoso a las estafas.

Pese a esa dificultad estadística, la memoria elaborada con los datos de los fiscales especializados en delitos informáticos apunta hacia un incremento en las causas, que en Almería y Cádiz llega a duplicar en 2021 las cifras registradas en 2020.

Así, Almería tramitó el año pasado 2.950 delitos informáticos, con un aumento de los delitos contra la intimidad y las estafas informáticas, que han sido también más del doble que en el ejercicio anterior.

La misma tendencia ha apuntado Cádiz, que durante 2021 incoó casi un millar de causas, un 101 % más que el año anterior, con una contundente mayoría de denuncias que se tramitan como delito leve por la cuantía de lo defraudado.

El aumento también ha tenido su reflejo en el uso de las tecnologías para cometer delitos contra la libertad, amenazas, acoso y trato degradante, causas que en algunas provincias como la gaditana han aumentado un 132 %.

Por otro lado, la fiscalía especializada en delitos informáticos de Granada ha resaltado que muchas de estas estafas las cometen grupos organizados lo que, junto al uso de criptoactivos, ha aumentado el tiempo de tramitación de algunas causas y su complejidad.

Esa complejidad también la ha señalado la Fiscalía de Jaén, que ha constatado una evolución de la delincuencia informática, especialmente en los delitos patrimoniales, concretamente estafas y blanqueo de capitales en los que se utilizan las TIC.

En esos cambios o evolución de los delitos han aparecido supuestos de suplantación, estafas cometidas utilizando banca electrónica o herramientas como Bizum o la gestión de criptomonedas.

Los datos de Sevilla también indican que entre el 75 y el 80 % de los delitos cometidos utilizando medios tecnológicos son estafas, pese a que las fiscalías especializadas también han gestionado causas de pornografía, creación de perfiles falsos en redes, revelación de secretos o amenazas.

Han coincidido además en demandar un sistema que permita clasificar y cuantificar todos los delitos informáticos y un mejor encaje con el trabajo policial.