Jorge Delclaux, quien presentó su dimisión como consejero de Unicaja Banco el pasado viernes, en realidad adelantó esa marcha del Consejo, antes de que esta hubiera sido provocada por el contenido distintos documentos del supervisor sobre gobernanza de Unicaja Banco.
Fuentes cercanas al Consejo de Unicaja Banco señalan que el contenido distintos documentos del supervisor sobre gobernanza de Unicaja Banco, conocidos por el consejo, podría poner en entredicho la independencia de Delclaux como consejero, dada la vinculación histórica que ha tenido con el actual consejero delegado de Unicaja Banco, Manuel Menéndez. Un hecho que, de ser así, debería provocar su salida del consejo.
Además, se da la circunstancia de que Delclaux es independiente en Liberbank desde 2011, con lo que en el presente año 2023 cumple los doce años que la ley establece como plazo máximo para un consejero independiente.
Los citados documentos del supervisor son los mismos que advirtieron de la existencia de determinadas deficiencias en el funcionamiento de la Comisión de Nombramientos, durante el periodo en que estuvo presidida por María Garaña, cuya dimisión como consejera independiente se hizo efectiva recientemente.
Las dudas sobre la independencia de consejeros a raíz de la publicación en medios de comunicación de documentación, y para evitar potenciales conflictos sobre la independencia de consejeros, ya provocaron que la Junta de Accionistas de Unicaja Banco del pasado 30 de marzo no aprobara la confirmación del nombramiento como consejeros independientes de Maite Costa e Isidoro Unda, que habían sido nombrados por cooptación. Ambos consejeros han tenido una cercana relación con el actual consejero delegado de Unicaja Banco, Manuel Menéndez. Especialmente centrada en la relación de ambos con EDP España, compañía de la que Menéndez es presidente no ejecutivo.