La Guardia Civil ha detenido a ocho personas por tráfico y tenencia ilícita de armas en los municipios de Sabiñánigo (Huesca), Huesca y Madrid.
Los agentes de la Benemérita, en el marco de la Operación Jacarás, han intervenido en los domicilios registrados 35 armas largas entre carabinas, fusiles, revólveres y pistolas, 17 armas cortas y una escopeta de cañones recortados, la mayoría de ellas ilegales al no poseer ningún tipo de documentación.
Además también se ha decomisado un bastón estoque, dos pistolas taser, abundante munición metálica, más de 2.000 cartuchos, 8 silenciadores y 112.740 euros en metálico.
Según un comunicado del cuerpo de seguridad, los detenidos usaban dichas armas para ejercer la caza mayor sin ningún tipo de autorización. Los arrestados cazaban de noche y con silenciadores para evitar ser descubiertos. Entre los animales abatidos que los agentes encargados de la operación han decomisado se han llegado a encontrar pumas y ñus africanos.
La investigación de la Guardia Civil empezó el pasado mes de abril con la inspección del conductor de un vehículo que se saltó un control. En dicho automóvil se encontró una escopeta recortada, que las posteriores investigaciones aclararían que salió de un establecimiento dedicado a la hostelería del municipio oscense de Sabiñánigo.
Tras ello, los agentes averiguaron que tres de los detenidos, vecinos de Sabiñánigo, Huesca y Madrid, estaban en contacto para la modificación de armas largas de caza mayor. Las detenciones de los tres cazadores llevó consigo a más arrestos en la provincia de Huesca, y la Guardia Civil ha aclarado que la operación sigue abierta y no descartan nuevas detenciones.
La operación se ha llevado a cabo por el Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Jaca, colaborando la U.O.P.J de Huesca y Madrid.