Hasta que no se sufre un episodio vascular, los andaluces no suelen saber si padecen o no una mala circulación,
con todos los riesgos que ello acarrea. Sin embargo, hay otras maneras de cerciorarse de que esta característica es deficiente en el organismo.
Una de ellas, un tanto complicada de conseguir por la vía de la seguridad social, es hacerse una analítica a través de la que sea posible averiguar si se sufre
algún trastorno genético como el Factor V Leyden. Otro método es más sencillo y menos fiable, consistiendo en comprobar si el tronco inferior presenta dolores tras estar un tiempo prolongado de pie sin moverse.
Ello también suele suceder precisamente en la cama. De hecho, si tienes una circulación sanguínea que no permite un
óptimo retorno venoso, tal vez te cueste dormir. Evitarlo está en tus manos. Aplicando las siguientes claves conseguirás conciliar el sueño y despertarte con las pilas cargadas para afrontar tu día a día en plenas condiciones no solo físicas, sino también mentales.
Adquirir un buen colchón que favorezca la circulación
El sector de los
colchones ha evolucionado mucho en cuestión de no demasiado tiempo. Tanto es así que, a día de hoy, puedes encontrar modelos que satisfacen todos los gustos y las necesidades de los consumidores andaluces.
Para aquellos cuya circulación sanguínea deja que desear, los más recomendables son los que, más allá de hacer gala de
una buena calidad -indispensable para favorecer el descanso-, también se adaptan al cuerpo del susodicho.
Es fundamental que
la presión se reparta homogéneamente por todo el cuerpo, evitando concentrarla en una zona en concreto. En caso contrario los dolores harán mella y las ocho horas de sueño plácido no estarán aseguradas.
En lo que a la firmeza se refiere, ciertamente lo preferible es la de tipo suave, aunque ello depende de tu constitución y de las preferencias que tengas. Recuerda que el objetivo primordial para
conciliar el sueño es lograr que estés cómodo, así que de poco sirve que te mejore la circulación si no consigues permanecer confortable en la cama.
Tal como sucede con otros productos como los sofás o los sillones, es recomendable probarlos físicamente antes de adquirirlos. Sin embargo, en Internet pueden encontrarse
precios bastante más baratos.
Por ende, lo más aconsejable es ir primeramente a un establecimiento físico. De esta manera te asegurarás de
qué tipo de colchón es el más adecuado para ti. Comprueba calidades, tipo de material y firmeza. Así posteriormente podrás hacer el pedido por Internet estando cien por cien seguro de que la adquisición será idónea.
Dormir con las piernas en alto
Tal vez hayas leído en alguna ocasión que a las mujeres embarazadas se les recomienda que duerman con las piernas en alto. ¿Sabías que este consejo también es aplicable a las personas en general,
de cualquier edad, que tienen mala circulación?
Así es,
tal como indican los profesionales de la salud. Colocar un cojín debajo del tronco inferior es una manera económica y sencilla, pero no demasiado cómoda, ya que se ejerce demasiada presión en la zona a pesar de que el retorno venoso pasa a ser excelente.
Quienes no tienen un presupuesto demasiado boyante optan por colocar libros u otros elementos con gran dureza en las dos patas inferiores del somier, elevando así la estructura. Nuevamente hay que mencionar que no es lo ideal, aunque como
alternativa asequible ha de ser tenida en cuenta.
Sin embargo, lo preferible es hacerse con
camas geriatricas que ya están pensadas para estos menesteres. Lo cierto es que adicionalmente cumplen otros objetivos, aunque en esta ocasión nos estamos centrando en la mejora de la circulación sanguínea.
Aunque tengan este nombre, dichos productos son perfectamente válidos para
personas de mediana edad e incluso jóvenes que día tras día se despiertan con dolor en las piernas. Ello es consecuencia del deficiente retorno venoso, el cual no va más allá del tronco inferior.
Una cama geriátrica
implementa un sistema articulado para que cada parte de tu cuerpo se encuentre con el ángulo y la elevación que consideres oportuno. Así adaptarás la cama al cien por cien a tu cuerpo y organismo, sin que una excesiva elevación se traduzca en una óptima circulación a cambio de permanecer incómodo. Todo lo contrario.
Castaño de indias junto a la cena
Por último no puede pasarse por alto una
sustancia cien por cien natural que favorece a los andaluces que, por unas u otras causas, padecen insuficiencia venosa crónica. Se trata del castaño de indias, el cual se comercializa en cápsulas, comprimidos, etcétera.
Gracias a ello su ingesta es extremadamente sencilla y rápida. Un comprimido antes o después de la cena, sumado a las dos horas de digestión de rigor, da pie a que cuando te vayas a la cama tu sistema circulatorio se encuentre en un óptimo estado,
consiguiendo así conciliar el sueño en un parpadeo.