El de abril se considera en los países de habla hispana como "el mes del Libro". La jornada del 23 de abril, Día del Libro, se dedica a rememorar la ilustre figura del genio de las letras castellanas, Miguel de Cervantes. En la mañana de ese día se reúnen los escolares de cada municipio y leen en público varias páginas del popular libro del Quijote. Torremolinos también se suma a los singulares actos conmemorativos de tan gloriosa jornada. La escolaridad y el profesorado de Torremolinos se congregan, con el alcalde y otros ediles del municipio, en el Centro Cultural Pablo Ruiz Picasso, donde autoridades, profesores y niños comparten la lectura pública de trozos selectos del gran clásico de la literatura castellana. Pero el espíritu literario no es patrimonio de un solo día en Torremolinos. Todos los días del año esplende en Torremolinos la antorcha del divino arte de las letras.
Que el Sol de Oro de la Literatura asciende a su cenit en Torremolinos, es indiscutible. La Literatura se ha hecho cuna en Torremolinos y la afición a la lectura crece día a día entre los jóvenes y no tan jóvenes. Puede que las dos bibliotecas públicas del municipio den la apariencia de ser únicamente silenciosas aulas universitarias, dada la cantidad creciente de estudiantes que a ellas acuden a diario, al objeto de sacar el máximo provecho del estudio merced a la tranquilidad reinante; pero lo cierto es que los libros que nuestras bibliotecas prestan para leer en casa y los muchos lectores en una y otra inscritos son el termómetro que contribuye a medir el nivel de afición a la lectura. El más cálido aplauso merecen también los muchos ciudadanos que cuentan en sus domicilios con nutridas bibliotecas. Y sumamos a todo ello el auge de las nuevas tecnologías que facilitan el acceso a la biblioteca informática de bolsillo, que gana popularidad y desde la que rápidamente puede accederse a un fondo editorial permanente de miles de obras de todos los géneros.
Decimos que la Literatura se ha hecho cuna en Torremolinos por varias razones elocuentes. La primera es que más de cuarenta calles y plazas del municipio, es decir, el ocho por ciento de sus vías públicas, ostentan nombres de escritores, poetas y periodistas. Pocas ciudades pueden alegar que disfrutan de privilegio tan cultural. Y, si de cultura y arte se trata, podemos incluir las vías públicas dedicadas a compositores, músicos y pintores, que bien alcanzan la treintena. Así, pues, de entrada tenemos en Torremolinos más de setenta calles con nombres de personajes del ámbito cultural y artístico. Estudiar la vida y la obra de tan solo la tercera parte de ellos proporciona un riquísimo bagaje cultural que ninguna escuela puede proporcionar.
De entre las calles y plazas que Torremolinos consagra a escritores y poetas sobresalen las de: 1) Miguel de Cervantes, el "Príncipe de los Ingenios", de quien cada 23 de abril, acertadamente instituido como Día del Libro, se conmemora su aniversario; 2) Vicente Aleixandre, poeta y premio Nacional de Literatura en 1933, así como Nobel en 1977; 3) Thomas Mann, premio Nobel de Literatura en 1929; 4) James A. Michener, premio Pulitzer de Literatura en 1948 y autor del famoso libro "Hijos de Torremolinos"; 5) Francisco de Quevedo, el inmortal genio del soneto; 6) Antonio Machado, el gran poeta andaluz cuyos magistrales versos son amena asignatura en todas las escuelas; 7) Federico García Lorca, el célebre poeta granadino de la Generación del 27, autor del famoso "Romancero Gitano" y las imperecederas obras teatrales de "Mariana Pineda", "Bodas de sangre", "Yerma" y "La casa de Bernarda Alba", entre otras; 8) Gregorio Marañón, eminente médico y brillante pluma, miembro de la Real Academia de la Lengua, además de las de Medicina, Historia, Ciencias Exactas y Bellas Artes de San Fernando, que escribió numerosos libros sobre Medicina, Historia y Ensayo; 9) Gonzalo Fernández de Oviedo, escritor y cronista en tiempos de los Reyes Católicos, su obra más famosa es la "Historia general y natural de las Indias, islas y tierra firme del océano"; 10) Antonio de Nebrija, autor en 1492 de la prestigiosa "Gramática" de la lengua castellana; 11) Gil Vicente, portugués, considerado por Marcelino Menéndez Pelayo "el más importante de los primitivos dramaturgos peninsulares", escribió más de cuarenta obras teatrales de gran agudeza.
Obligado es asimismo destacar a dos meritorios personajes, más conocidos por otras facetas, pero que también nos legaron interesantes escritos, a quienes honra el Municipio con sendas vías a su nombre. Uno es el malagueño Manuel Blasco, primo segundo de Picasso, que vivió gran parte de sus años en Torremolinos, donde compaginó la pintura con la escritura. La otra celebridad es Blas Infante, ilustre notario, historiador y escritor, autor de la letra del "Himno de Andalucía" y diseñador de su Bandera, a quien el pueblo honra con el merecido título de "Padre de la Patria Andaluza".