Más de 23.000 personas participaron este miércoles en el Besamanos público a la Virgen de los Desamparados que se celebró en la Basílica durante más de 18 horas, desde que se abrieron las puertas del templo a las 6.45 horas hasta la una de la madrugada de hoy.
En el homenaje a la Patrona también tomó parte el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, que acudió a la Basílica sobre las 22.00 horas y allí, ante la imagen procesional de la Mare de Déu instalada frente al altar, estuvo unos minutos rezando en silencio. Después, todos los presentes rezaron un Ave María "por todas las intenciones de la Diócesis", ha explicado Álvaro Almenar, vicerrector de la Basílica.
Durante toda la jornada, que se prolongó más de 18 horas, "nuestra Virgen de los Desamparados siempre estuvo acompañada, nunca dejó de pasar gente, tampoco durante las horas de más calor y un sol de justicia a mediodía, y el Besamanos se cerró de madrugada tras el paso de más de 23.000 fieles", ha destacado.
La Escolanía de la Virgen de los Desamparados también participó en el Besamanos por la tarde y por la mañana los escolanes cantaron durante el rezo del Rosario meditado.
Debido a las altas temperaturas en las horas centrales del día, la Cruz Roja tuvo que realizar varias intervenciones por lipotimias pero ninguna revistió gravedad, según ha informado el Arzobispado en un comunicado.
En la organización y control de acceso en el Besamanos participaron los Seguidores de la Virgen de los Desamparados, la Corte de Honor y los Eixidors del Trasllat, con la colaboración de la Policía Local en la Plaza de la Virgen.
El Besamanos público es un acto tradicional, propio de las fiestas en honor a la Virgen de los Desamparados en mayo, pero esta edición, además, se ha celebrado en el marco del Año Jubilar del Centenario de la Coronación Pontificia de la Mare de Déu como Patrona. Por ello, todos los donativos recaudados este miércoles se destinarán a la 'Corona de Caridad' que servirá para promover los proyectos de la obra social de la Basílica destinados a la Fundación Maides, Provida y Villa Teresita, entre otros.
La imagen peregrina lució en el Besamanos un manto nuevo, ofrecido por la Camarera de la Virgen, Mª Dolores Alfonso, confeccionado en seda natural de estilo florentino renacentista por el artista Pedro Arrue.