La Guardia Civil de Alicante investiga a un hombre de 57 años que al parecer
arrojó al monte restos de una barbacoa celebrada en su vivienda como presunto responsable del incendio forestal originado en la Sierra del Caballo en Petrer. El fuego continúa activo tras calcinar cerca de 70 hectáreas en una zona de vegetación incluida en el Paisaje Protegido de la Sierra del Maigmó y Sierra del Cid.
El hombre está investigado por
un delito de incendio forestal por imprudencia grave. Las diligencias instruidas por los agentes junto con los medios de prueba recabados serán remitidas por el Seprona al Juzgado de Instrucción de Elda, según ha informado el instituto armado en un comunicado.
Los hechos se iniciaron el pasado miércoles al mediodía. Mientras que los efectivos trataban de controlar el incendio originado en la Vall d'Ebo se inició otro nuevo en la
Sierra del Caballo de Petrer, a unos 100 kilómetros de distancia, y algunos de los agentes y bomberos empleados en el incendio de la Marina Alta y El Comtat tuvieron que abandonar la zona para sofocar este nuevo conato que se propagaba por diferentes sierras del Vinalopó, relata la Guardia Civil.
Al tener conocimiento de los hechos, los agentes de la Guardia Civil iniciaron una investigación para esclarecer las causas y circunstancias en las que se produjo el incendio, así como la posible existencia de responsabilidad por parte de los involucrados.
Durante este jueves los agentes se dirigieron al escenario de los hechos junto a un grupo operativo de investigación de incendios forestales de la Generalitat Valenciana para
localizar el punto exacto en el que se inició el fuego, en la partida de Pusa, donde realizaron también un estudio de su evolución.
Una vez recabadas las pruebas y manifestaciones de los testigos, los efectivos concretaron que el incendio se inició como consecuencia de los
restos de carbón de una barbacoa que se había realizado unos días antes en una finca privada.
Uno de los propietarios de la vivienda retiró las ascuas el pasado miércoles y las arrojó al jardín creyendo que estaban completamente apagadas. No obstante, debido a la sequedad del matorral en la zona y a la situación climatológica,
los restos se reactivaron y ardieron por todo el monte.
El hombre ha declarado que, aunque trató de frenar el avance vertiendo agua sobre las llamas con una manguera, no lo consiguió,
por lo que requirió la intervención de los profesionales.