El próximo
28 de mayo se celebran las elecciones tanto municipales como autonómicas y la Comunidad Valenciana es una de las que parece más preparada que nunca para el cambio.
Los conflictos internos, claramente visibles, entre los gobiernos del Botànic y la izquierda municipal liderada por Joan Ribó,
han desgastado a ambas gestiones. Y los datos de las encuestas publicadas por Estrategos a los que ha tenido acceso Viva Valencia reflejan el más que posible cambio de gobierno.
El Ayuntamiento de Valencia es quien más preparado está para el cambio de la izquierda a la derecha. El Partido Popular, con
Maria José Catalá a la cabeza, arrollaría en las urnas después de absorber los votos de Ciudadanos.
Así, el PP pasaría de
los 8 a los 13 concejales, aunque necesitaría el apoyo de Vox para alzarse con gobierno municipal.
El crecimiento del PP llega de la mano de la caída de una izquierda que ha perdido su fuerza y su unión consistorial. Las encuestas dan un
peor resultado a Joan Ribó (Compromís), alcalde desde 2015 con el apoyo de PSPV.
Ribó, quien llegó a afirmar que debería haber un límite de 8 años en un puesto, no sería capaz de mantener el liderazgo de Compromís. Además, el PSPV de
Sandra Gómez continúa sin convencer y no se haría con esos votos perdidos.
La Generalitat Valenciana, el bastión más complicado de derribar
La claridad en las municipales choca con la igualdad en el gobierno autonómico. Pese a que el Botànic (PSPV, Compromís y UP), quien lidera la Comunidad desde 2015 con Ximo Puig a la cabeza, llega
en plena división como se pudo comprobar en el último pleno antes de las elecciones, su popularidad no ha bajado.
Quien sí mejorará sus resultados es el PP de Carlos Mazón, al frente del partido desde 2021. De hecho,
la mayoría de los votos sería para el popular convirtiéndose así en la primera fuerza política.
Pero tanto el PSPV como el PP
no podrán gobernar en soledad. Puig necesitará el apoyo de Compromís con Joan Baldoví como candidato para sumar los votos suficientes para gobernar otros cuatro años más. Por su parte, el Partido Popular tendrá que contar con Vox después de la caída de Ciudadanos.
Lo que sí parece claro es que la hegemonía de la izquierda tanto en Valencia como en la Comunidad Valenciana está a punto de terminarse después
de 8 años al frente.
El desgaste de la pandemia y los conflictos internos han fraccionado al PSPV y a Compromís dejando
vía libre para un PP que volvería a gobernar en el territorio valenciano.