Esta semana pasada nos desayunábamos con la noticia de que para julio está prevista la puesta en funcionamiento del nuevo edificio de la Seguridad Social que acogerá la oficina del Instituto Nacional y de la Tesorería General, es decir que unirá a los miembros de la sede de Plaza Eguilaz y los de calle Ancha en ese nuevo habitáculo de la barriada de La Asunción, frente a la nueva sede de la Comisaría. Ha sido una inversión de 10,5 millones de euros que trata que "todos los trámites se puedan hacer en el mismo sitio y de la manera más eficaz posible, facilitando la gestión del usuario". Obviamente en esas secciones periódisticas de subir y bajar a personas o instituciones según sus aportaciones, esta información iría claramente arriba, aunque para el centro de la ciudad es una mala nueva porque restará presencia de gente en sus calles si nos atenemos a las 12.000 peticiones de citas previas que han existido en el último año y que propicia el paso de doce mil personas por las urbes principales de Jerez y que ahora se irán a un barrio que, por supuesto, también tiene derecho a vivir. Incluso se quedará sin 88 funcionarios que desayunan o que se toman el aperitivo al salir en cualquiera de los bares de las zonas de influencias de las actuales sedes.
Y es que días atrás volvían a aparecer fotos antiguas, concretamente en la plaza Esteve, donde se observaba un flujo de gente importante en contraste quizá con los tiempos actuales y retornaba otra vez la disyuntiva de cómo y por qué. Hay menos gente porque el centro está muy despoblado, porque se ha hecho una ciudad que ha crecido enormemente en lo urbanístico y de forma horizontal y se ha olvidado, aunque se intenta reconducir la situación, de reconstruir lo que se estaba cayendo en el centro. Y además porque, ya en años de expansión, la gente tenía que bajar a Larga y calles adyacentes para ir a la Delegación de Hacienda, a los Juzgados, a la propia Seguridad Social, a las entidades bancarias o a Comisaría y ya no tiene que hacerlo con lo que a la falta de vecinos propios se une también la de la gente que estaba obligada a "bajar al centro" a hacer una gestión.
Eso es así y habrá que trabajar, desde las instituciones, para que esos edificios que se van a cerrar se ocupen y no pasen a mejor vida como el Palacio de los Condes de Puerto Hermoso que está sin actividad alguna y sin atisbo de que el Ministerio del Interior, que es su propietario, sepa qué hacer con él y sin que desde el Ayuntamiento se hayan hecho propuestas, al menos que se sepa. Que haya un edificio para la Seguridad Social es positivo, pero su marcha del centro es negativo. Ver el vaso medio lleno o medio vacío.