El Teatro de la Maestranza, lleno para la ocasión, se volcó ayer con los dos nuevos hijos predilectos, que abrieron y cerraron el acto. Manuel Alejandro, con 90 años recién cumplidos, interpretó una versión al piano de la canción "Háblame del mar, marinero", y Alejandro Sanz terminó interpretando el Himno de Andalucía.Sanz, que recibió muy emocionado junto a su padrino, Manuel Alejandro, admitiendo que nunca había vivido un acto similar, "tan emocionante, tan cercano, tan auténtico, tan andaluz".
Manuel Alejandro destacó en su intervención que él siempre ha llevado a Andalucía a todas partes, pero sobre todo en su interior, y ha asegurado que le atrae el andalucismo: "Lo llevo, lo pregono y lo bebo también".
El compositor, que aseguró que él sólo saca la lágrima cuando se pone al piano, no pudo evitar emocionarse cuando dijo que compartía el galardón con su mujer, ya fallecida: "Somos hijos predilectos los dos".
El cantautor y compositor Alejandro Sanz, por su parte, dijo que se reencuentra con su "raíz más profunda" de una tierra que eligió "como fuente de inspiración", como madre de sus anhelos y a la que debe todo lo que es como artista.
"Tengo dentro un niño chico saltando, pensando que todo en la vida ha merecido la pena por este instante", señaló el cantautor, quien en un breve discurso se acordó de sus padres, "María la de Alcalá y Jesuli el de Algeciras".
También tuvo palabras para figuras del flamenco como Enrique Morente, Camarón o su compadre Paco de Lucía y celebró que Andalucía le elija "entre sus hijos" junto a su padrino Manuel Alejandro: "Un doble honor, la vida nos lo debía".