En un comunicado, el Colegio de Médicos mostró su "inquietud" y "más enérgica repulsa" ante estos hechos, al tiempo que reclamó a la administración sanitaria que "refuerce las medidas de seguridad en los centros sanitarios, muy especialmente en los dispositivos de atención primaria y de urgencias de la provincia, donde se concentran estadísticamente la mayoría de las agresiones".
En este sentido, apostilló que las fórmulas de protección que se establezcan "sólo serán efectivas en la medida en que sean permanentes y generalizadas". Además, recordó que "la agresión, el acoso o la intimidación" son factores que conllevan "un importante desgaste personal para el médico y se convierten en un factor de inhibición y deterioro profesional".
Denunciar
Con el objetivo de combatir de forma "más eficaz" el fenómeno de las agresiones, el Colegio de Médicos consideró "clave" no dejar de denunciarlas. Asimismo, la Asesoría Jurídica del Colegio recordó que "un insulto ya sería susceptible de una sentencia condenatoria por falta".
La Asesoría Jurídica también destacó la relevancia de que el propio médico tenga "muy presente" el protocolo de agresiones, por su utilidad preventiva y por las consecuencias posteriores que puede tener su forma de reaccionar ante dicha agresión, como son el hecho de distanciarse físicamente del agresor, mantener abierta la puerta de la consulta y contar con testigo y que, ante situaciones de crisis, no se ponen muchas veces en práctica.
Finalmente, detalló que el Colegio de Médicos de Cádiz tiene designado a un abogado de su departamento jurídico expresamente para los casos de amenazas y agresiones a colegiados de la provincia.