El universo boxístico nacional tiene un nuevo astro. Y además tiene nombre de astro. La linense Luna Mairena ya forma parte de las páginas de la historia del boxeo español y aspira a protagonizarlos principales capítulos. Esta joven púgil, que pronto cumplirá dieciocho años, afronta con toda naturalidad el reto de marcharse a Madrid para estudiar Filología Hispánica en la Complutense y para incorporarse a la concentración permanente de la Federación Española de Boxeo e iniciar el ciclo olímpico. El gran reto que tiene sobre el ring es convertirse en la primera mujer en representar a España en unos Juegos Olímpicos en la modalidad, en la cita de París en 2024.
Desde pequeña se viene interesando por los deportes de contacto, algo que lleva en los genes -no en vano su padre también logró títulos nacionales e internacionales en full contact-. Comenzó practicando taekwondo y de ahí dio el salto al kickboxing, modalidad en la que sí se disputan combates en categorías de base, al contrario que el boxeo. Las dieciséis cuerdas llegaron para ella posteriormente, primero aprendiendo la técnica y, desde los quince años, los combates. De hecho, las categorías se cuentan por año de nacimiento, con lo que pudo disputar su primera pelea sobre el ring, en Suecia, con catorce años. En dieciocho combates acumula doce triunfos. Y los que quedan.
“Me gustan mucho los dos deportes, el boxeo y el kickboxing, pero me decido por el boxeo. Ir a las Olimpiadas es mi sueño y es la vía por la que tengo que ir. Todavía no ha habido ninguna española que haya ido a unos Juegos, sería la primera”, comenta. Para ello aplaude el cambio en el sistema de clasificación, que ya no depende de un único torneo preolímpico, sino que se otorgarán las plazas a través de un ranking, a partir de 2023, establecido con torneos internacionales organizado por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA, en sus siglas en inglés).
Su trayectoria permite pensar que puede alcanzar cualquier objetivo que se proponga: Seis títulos de campeona de España, dos de ellos por equipos y otros dos por selecciones autonómicas consecutivos los últimos cuatro años. Todo ello en su etapa junior, a la que añade los títulos autonómicos y las victorias en torneos internacionales.
Las dos más recientes, los últimos meses, en Rumanía y en el torneo Perla del Adriático, en Montenegro. “Creo que hemos hecho historia con esos dos oros. Que una española quede campeona en un torneo internacional es bastante complicado. Y menos, en dos torneos seguidos. La web de la IBA dedicada a los jóvenes me consideró la sorpresa de estos dos campeonatos, porque nadie se esperaba que iba a ganar la española”, explica Luna. “En Rumanía le gané a una rumana y hacerlo en su casa es muy difícil. Y antes había combatido con una chica griega con un recorrido internacional impresionante, con más de cien peleas. Después, cuando peleé con la americana no quisimos ni preguntarle cuántas peleas tiene”, bromea.
Como menor de edad todavía no ha podido incorporarse de manera definitiva a las concentraciones permanentes, pero lo hará en septiembre. En su estancia en Madrid emprenderá también sus estudios universitarios de Filología Hispánica, una curiosa elección, admite: “Casi ningún deportista escoge una carrera de letras. Casi todos hacen INEF o algo relacionado con el deporte. Yo me considero deportista de élite, pero a nivel académico soy una buena estudiante e inteligente y me gusta ese contraste. Me gustaría dedicarme a la enseñanza en el futuro”.
Al Europeo joven
La boxeadora linense está concentrada desde hace un par de semanas en Madrid, en la Casa de Brasil, una de las instalaciones de la FEB, ubicada junto a la Blume, donde prepara su participación en el próximo Campeonato de Europa joven, en la categoría de 52 kilos. La cita será en Bulgaria, en su capital, Sofía, del 11 al 22 de abril. En la capital entrena a las órdenes del doble medallista olímpico Rafael Lozano y con Adrián Carrascal. “La diferencia aquí es el nivel de los compañeros, pero como se entrena en casa no se entrena en ningún sitio, porque me conocen mejor, las virtudes y los defectos”.
De momento sigue entrenando en La Línea, donde fue reconocida el pasado año como la deportista linense con mayor proyección. “Paso todo el día en La Línea, aunque vivo en Los Barrios. Estudio en el instituto Mediterráneo y entreno en el Don Príncipe -el templo del boxeo comarcal- con mi padre, que es mi entrenador”, narra la púgil. “Entreno todos los días en casa y tres días a la semana, unas tres horas cada día, en el Don Príncipe. Los sábados entreno en sesión privada con mi padre y los domingos hago sparring”, explica sobre su carga de trabajo. “Mi categoría es un peso muy bajo, pero lo llevo bien. Simplemente es controlarse la cantidad de comida según el momento de la preparación para las competiciones”, señala.
