A escasos días de que arranquen las esperadas Hogueras de Alicante, el Consell ha alertado del riesgo que supone para la fuente de Bañuls que las mascletàs se celebren en la plaza de los Luceros. La Generalitat ha solicitado al Ayuntamiento de la ciudad un informe sobre las medidas que se adoptarán para proteger la escultura, que fue restaurada a finales del año pasado con una inversión municipal de más de 300.000 euros.
El consistorio alicantino tiene un plazo de diez días para entregar la información requerida y, de no hacerlo, la Generalitat podría prohibir que los disparos pirotécnicos previstos del 18 al 24 de junio se lleven a cabo en Luceros. En este sentido, el alcalde de Alicante, Luis Barcala, ha replicado que “ya veremos si en diez días el Ayuntamiento puede entregar toda la documentación que se le reclama a tan escasas fechas de la celebración de nuestras fiestas”.
El alcalde de Alicante ha asegurado que “no vamos a permitir que las mascletàs se muevan de Luceros”, ya que este es “el sitio que los alicantinos quieren para disparar sus mascletás”. Asimismo, ha trasladado que “no entiendo por qué se tiene que tratar Alicante como una fiesta de segunda y a los alicantinos como valencianos de segunda».
Barcala considera que “los alicantinos no nos merecemos este enésimo ataque de la izquierda contra las mascletàs en Luceros” y ha defendido que “mientras gobernemos, no se van a mover de su lugar, que es el más emblemático, se pongan como se pongan Puig y Oltra”.
Además, el alcalde de Alicante ha calificado de “inadmisible” esta amenaza del Consell de Puig y ha mostrado su absoluto convencimiento de que “no se atreverían a hacer lo mismo con las Fallas de Valencia, por muy protegidos que estén muchos de los monumentos que hay en la Plaza del Ayuntamiento”.
Por su parte, la Plataforma Salvem el Nostre Patrimoni ha presentado una denuncia en Fiscalía contra el alcalde y los ediles de Fiestas y de Cultura por mantener las mascletàs en Luceros. La plataforma ha argumentado que “la escultura ha sido recientemente restaurada a cargo del erario público”, por lo que no entienden que “sea el propio gobierno municipal quien la exponga de nuevo a su deterioro, cuando su responsabilidad es protegerla”.