Además, Sánchez Rull aclaró ayer que la licencia para actividades clasificadas, como por ejemplo el restaurante, tiene un silencio administrativo negativo. A la par el edil recalcó que “la licencia inicial solo incluye picadero, cuadras y sede social”.
Por contra, Galán aportó documentación que indica que el 2 de octubre de 2002 el Ayuntamiento otorgó licencia a Club Deportivo Hípica Botafuegos para la ejecución de las obras de construcción contempladas en el proyecto redactado por Luis Modet.
La resolución favorable contenida en el decreto del alcalde se basa en que, “examinados el proyecto y la demás documentación del correspondiente expediente”, se aprecia que, “urbanísticamente, se posibilita lo que se pretende realizar”. Además, “se ha seguido el procedimiento administrativo adecuado y se ha sido tenida en cuenta la normativa pertinente”. El documento indica que en el proyecto básico presentado se preven usos y actividades relacionadas con la equitación. Entre las actividades “destacan las cuadras, doma y picadero, club social (restaurante) o aparcamiento”.
Paralelamente, en 2002, la Confederación Hidrográfica del Sur autorizó en el Boletín Oficial de la Provincia de Cádiz “la construcción de picadero de caballos que comprende recinto para albergar boxes y local social”.
Consejo de Gestión
Posteriormente, el Consejo de Gestión de la Gerencia Municipal de Urbanismo abordó en julio de 2004 la propuesta de viabilidad urbanística para la implantación de un centro hípico recreativo en la Dehesa de Botafuegos. En el informe del arquitecto municipal se indica que “la finca está clasificada como suelo no urbanizable de especial protección compatible. Estas áreas se definen como aquellas en que los valores naturales que presentan se pueden compatibilizar con el desarrollo de los aprovechamientos socioeconómicos de que son objeto”.
En esta línea, el informe subraya que, “teniendo en cuenta que ya han sido concedidas licencias de obras para el mismo uso, por lo que éste debe ser entendido como admisible, se estima procedente la propuesta presentada”.
Por su parte, el letrado de la Gerencia Municipal sostuvo que según el artículo 347 del Plan General Municipal de Ordenación (PGOM) “se admitirán los usos recreativos o turísticos apoyados sobre edificaciones ya existentes”.
Sin expediente
En enero de 2005, la responsable administrativa del Área de Urbanismo certificó que, “consultados los registros que obran en esta Unidad de Disciplina Urbanística, no consta que se haya incoado expediente disciplinario al Club Deportivo Hípico Botafuegos”.
Ya en junio de 2005, el propietario del Club acudió al notario para certificar el estado de las instalaciones. Concretamente, en el documento se describe que el club cuenta con una sede social, “un edificio formado por dos cuerpos ortogonales que alberga zonas de vestuarios, servicios, restauración y relación”.
Además, Galán dispone de una declaración notarial en la que el arquitecto Luis Modet acredita que la obra nueva contenida en la escritura “se ajusta al proyecto por él redactado para el cual se obtuvo la pertinente licencia municipal”.
Poco después, el Registro de la Propiedad emitió una nota simple en la que se recoge todo lo indicado en el documento notarial y por el que se procede a inscribirlo en el citado registro.
Por si esto fuera poco, el propio Ayuntamiento cobró en 2005 el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) al propio club hípico por un restaurante de dos tenedores.
Oferta de acuerdo
Con todas estas acreditaciones legales, el Club Hípico Botafuegos abrió sus puertas al público el 24 de septiembre de 2004. Una inauguración en la que estuvo presente el entonces alcalde socialista Juan Antonio Palacios.
La habitual actividad del Club Hípico permaneció invariable hasta que el 8 de agosto de 2007,cuando el Ayuntamiento decidió clausurar parte de las instalaciones a instancia de la Gerencia Municipal de Urbanismo. En esa misma jornada, agentes de la Policía Local precintaban las pistas de pádel y la piscina ante el asombro de los trabajadores. Unas zonas que desde la empresa propietaria se aseguró que daban empleo directo e indirecto a unas 30 personas.
Por su parte, el restaurante de este enclave se mantuvo abierto hasta justo hace ahora dos años, cuando el 31 de enero de 2008 cerró sus puertas dejando sin actividad a los 14 empleados que allí trabajan.
Con todo, el propietario del Club Hípico ha mostrado su intención de alcanzar un acuerdo con el Consistorio que satisfaga a ambas partes y que dé por finalizada la contienda judicial que ambas partes mantendrán en el juzgado.
De hecho, José Galán interpuso hasta seis denuncias en los juzgados por el cierre, entre las que se encuentran las reclamaciones por daños y perjuicios originados tras la clausura.
Oposición
El cierre de las instalaciones provocó una confrontación política en agosto de 2008. El portavoz municipal y presidente local del PP, José Ignacio Landaluce, acusó al equipo de Gobierno de utilizar “una doble vara de medir a la hora de aplicar la normativa urbanística” en relación a este caso con respecto a otros similares en la localidad.
Asimismo, Landaluce optó entonces por “sancionar dentro de la ley las irregularidades que puedan haber existido, pero siempre favoreciendo el interés social”. Además, desde el PP se denunció en 2008 que “lo que no se puede hacer en ningún caso es aplicar los criterios políticos con arbitrariedad, según quien sea el promotor inmobiliario que los lleve a cabo”.
En esta misma línea, en una reciente entrevista concedida a EL FARO, el portavoz popular apuntaba que “el Club Hípico Botafuegos creo que le va a costar a los algecireños mucho dinero”.
Por su parte, el secretario local del PA, José María España, repasó días atrás que “no entendemos la situación en la que se encuentra el Club Hípico Botafuegos teniendo en cuenta que Algeciras adolece de instalaciones de este tipo en un marco incomparable”.
