Así lo expuso la ministra de Trabajo e Igualdad de Bélgica, Joële Milquet, quien destacó que la tasa de empleo en la UE es un diez por ciento menor en las mujeres con hijos, cosa que no ocurre entre los hombres, e incidió en que la brecha salarial oscila entre el 4 y el 30 por ciento en función de los distintos Estados miembros, algo a su juicio incompatible con la Europa del siglo XXI, que "no puede seguir discriminando a la mitad de su población".
Asimismo, señaló que en la actualidad hay "discrepancias enormes" en cuanto a la presencia de mujeres en los sectores profesionales y menos remunerados y "sólo una de cada diez empresas europeas con cotización bursátil" tienen mujeres en sus consejos de administración, aun cuando "es un hecho probado que existe una relación entre la productividad y la presencia femenina" en los puestos de toma de decisión.
Por ello, reivindicó que se "presione" a las eurodiputadas para que impulsen resoluciones que marquen "objetivos numéricos concretos" para conseguir en el menor tiempo posible mejores cuotas de presencia femenina en los espacios de toma de decisión, una reducción de la brecha salarial y una mejor situación laboral para esta mitad de la población.
Medidas fiscales
En este sentido, la titular sueca de Igualdad e Integración, Nyamko Sabuni, incidió en la importancia de "garantizar la independencia económica de la mujer" promoviendo su acceso al empleo con medidas como diseñar "un sistema fiscal que fomente su participación en el mercado de trabajo porque en su caso, depende más de incentivos económicos que cuando se trata de los hombres".
En paralelo, apuntó que los Estados miembros deberían apostar por la creación de guarderías y su financiación para conseguir que la maternidad no sea una traba para la vida profesional de la mujer, y propuso que las políticas de igualdad se apliquen de forma transversal para favorecer a las inmigrantes.
En esta línea, la secretaria de Estado francesa para la Tercera Edad, Nora Berra, incidió en que se debe "salir de la lógica de la aritmética" porque no se trata de que las mujeres ocupen puestos por cuotas, sino de que "realmente puedan desarrollar todas sus capacidades" en posiciones de responsabilidad ya que "sin igualdad profesional no se puede rehabilitar el mercado de trabajo".
Asimismo, puso sobre la mesa que "el 70 por ciento de los mayores en situación de precariedad en la UE son mujeres" por lo que pidió a las ministras europeas reunidas objetivos concretos de protección para esta parte de la sociedad.
Durante la cumbre, por la que el Ministerio de Igualdad español ha reunido a las responsables en la materia de Austria, Bélgica, República Checa, Chipre, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, Finlandia, Francia, Hungría, Irlanda, Italia, Malta, Polonia, Portugal y Reino Unido, se acordará la Declaración de Cádiz, un texto de consenso para relanzar políticamente la lucha por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres.