Zapatero hizo el anuncio en una rueda de prensa conjunta con la canciller alemana, Angela Merkel, una vez que el juez Eloy Velasco, quien procesó a varios miembros de ETA y de las FARC por colaborar para atentar contra altos cargos colombianos en España, asegurara que hay indicios de esa cooperación.
El jefe del Gobierno español expresó su respeto por la actuación del juez de la Audiencia Nacional para, a renglón seguido, informar de que el ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, ha hecho “las oportunas gestiones” con el Gobierno venezolano pidiéndole esas explicaciones.
“Estamos a la espera de las explicaciones por parte de Venezuela y, en función de esa explicación, actuará el Gobierno de España”, añadió Zapatero.
Por otra parte, fuentes diplomáticas españolas aseguraron que la noticia sobre la supuesta relación del Gobierno venezolano con ETA ha sido una auténtica “sorpresa”. Ante la posibilidad de que esos indicios apuntados por el juez tengan visos de realidad, subrayaron que hay que confiar en la actuación de la Justicia.
POTENCIALES OBJETIVOS
Entre los potenciales objetivos de los miembros de ETA y de las FARC procesados por el juez Velasco se encontraban el actual presidente de Colombia, Álvaro Uribe, y su antecesor, Andrés Pastrana, según el magistrado, que ha procesado por conspiración para cometer atentados terroristas al etarra Arturo Cubillas Fontán y a los miembros de las FARC Edgar Gustavo Navarro Morales y Víctor Ramón Vargas Salazar.
“Obran diligencias en este procedimiento que ponen de manifiesto la cooperación gubernamental venezolana en la ilícita colaboración entra las FARC y ETA y en especial de Arturo Cubillas Fontán, que tiene o ha tenido un cargo público en ese país”, señala el auto notificado ayer por el juez Velasco.
Cubillas, casado con una ciudadana venezolana que ha ocupado varios cargos públicos desde que Hugo Chávez llegó al poder en 1999, fue nombrado en 2005 director adscrito a la Oficina de Administración y Servicios del Ministerio de Agricultura y Tierras de Venezuela.
Velasco le señala también como “responsable del colectivo de ETA en esa zona de América desde 1999, encargándose de coordinar las relaciones con las FARC”.
Según el magistrado, “fruto de sus gestiones” con el también procesado Emiro del Carmen Romero, entre el 14 de julio y el 12 de agosto de 2003 varios miembros de las FARC impartieron adiestramiento en la región de Zulia, fronteriza con Venezuela, a cuatro etarras “y se emplazaron para recibir más en el futuro”.
Un intercambio que, prosigue el auto, continuó en campamentos de las FARC en territorio venezolano que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia usaron para formarse en la fabricación y utilización de granadas o morteros y que prosiguió en diciembre de ese año para el manejo de misiles tierra-aire.
Además, Cubillas trató de fijar una reunión entre un miembro de ETA y el histórico dirigente de las FARC ya fallecido Raúl Reyes en la primera quincena de enero de 2004, para lo que contactó con otro de los procesados, Rodrigo Granda Escobar, aunque no llegó a realizarse. Como contrapartida a todo ello, dice el juez, ETA se comprometió a localizar en España objetivos de las FARC.
RESPUESTA VENEZOLANA
El Gobierno de Venezuela calificó ayer de “tendenciosa” e “inaceptable” la acusación del juez Velasco.
En el auto del juez español “se hacen señalamientos inaceptables, de naturaleza y motivación política sobre el Gobierno venezolano”, sostiene un comunicado al que tuvo acceso Efe en Montevideo, donde Chávez asistió a la investidura del presidente uruguayo, José Mujica.
Según la nota, en el auto judicial “se hace referencia a un ciudadano que vive en Venezuela desde el mes de mayo de 1989, como producto de los acuerdos alcanzados por Carlos Andrés Pérez y Felipe González”, entonces presidente venezolano y jefe del Ejecutivo español.
Aunque el comunicado no lo identifica, aparentemente se refiere a Arturo Cubillas. “Sorprende que en ningún momento se menciona el nombre de los autores de este acuerdo”, agrega el texto de la Cancillería venezolana.
La nota critica que “el juez se toma la molestia de referirse reiteradamente y de manera irrespetuosa al presidente de los venezolanos, Hugo Chávez, haciendo señalamientos tan tendenciosos como infundados acerca del Gobierno bolivariano”.