El presidente de Alternativa, Francisco Mena, repasó ayer algunas de las conclusiones del documento entre las que se encuentra que “el municipio que tiene peor regulado el botellón es San Martín del Tesorillo. Lo valoramos negativamente porque también subyacen violencia y peleas”.
Si bien en términos generales la situación “sigue igual”, hay localidades en la que este fenómeno no se registra, como Castellar y San Roque, en las que “sus jóvenes se desplazan a otras localidades para hacerlo”.
Mena destaca que “el único Ayuntamiento que tiene regulada esta situación es el de Algeciras. Allí se cuenta con una zona acotada en la que hay seguridad, servicios públicos y limpieza. En La Línea hay una zona acotada pero no se ofrecen tantos servicios”.
Para Alternativas, el mayor problema del Campo de Gibraltar en esta materia reside en que “no hay un control que evite el fácil acceso al alcohol por parte de menores”.
Jornadas
Mena valoró positivamente su participación en las sesiones en Huelva, en donde “el debate se ha centrado en analizar la incidencia del alcohol y botellón, contando con una importante representación del Campo de Gibraltar”.
Como conclusiones, los expertos allí reunidos han resaltado que “la Ley antibotellón no ha dado solución al problema, o al menos la solución que pretendíamos la gente del movimiento asociativo. Buscamos una solución sanitaria, más allá de evitar sólo ruidos y molestias a los vecinos”.
El presidente de Alternativas indica que el botellón “está haciendo mucho daño a los jóvenes, que muchos casos se ven abocados a consumir alcohol por la presión social de grupo. No hay alternativas de ocio y los índices de consumo de alcohol son para estar preocupados. Además existe un número importante de consumidores a edades tempranas.
Mena también denuncia la exportación “del modelo anglosajón de beber muy a menudo y hasta emborracharse”.
Con respecto al conjunto de la provincia de Cádiz, Alternativas, ha presentado un informe en el que “las únicas tres ciudades en las que esta situación que está regulada de forma adecuada son Cádiz, Algeciras y Jerez. En el resto de municipios, los ayuntamientos se han desentendido y sólo sancionan a quienes beben en la vía pública”.
Por contra, Mena postula que “hay que ir más allá, educar en valores a los menores y concienciar también a los padres. Además hay que contar con los jóvenes para que propongan otras alternativas y medidas de ocio”.