El artista sevillano perteneciente a una prestigiosa dinastía de bailaores liderada por su abuelo El Farruco, de 28 años, explicó ayer en Palma que este trabajo, que ofrecerá en el Auditorium, surge de la necesidad de crear algo nuevo y es un espectáculo “básico y transparente, para que la gente lo entienda”.
En este sentido, añadió que en Esencial plantea “un baile sin argumento” donde solo destaca su interpretación de los palos más clásicos del flamenco, algunos de ellos casi olvidados, como la trilla.
El bailaor declaró que para él actuar solo “es un reto”, porque siempre ha estado acompañado por su familia,
pero que se siente muy contento de volver a actuar, pues después de pasar mucho tiempo sin bailar, por motivos legales tras el suceso en el que se vió envuelto, “vuelves con mucha fuerza”.
Sobre el panorama actual del flamenco, dijo que atraviesa un buen momento y que hoy en día hay un abanico “muy grande” de buenos bailaores.
Farruquito confesó su admiración por su abuelo, Farruco, y por Antonio Gades, a los que considera “maestros” de una pasada generación, y contó que actualmente sigue mucho el trabajo de Antonio Canales, a quien a su juicio no se le esta reconociendo lo suficiente.
El Festival de Flamenco de Mallorca, en el que se integra la actuación del artista sevillano, es un ciclo que nació hace seis años con la intención de fomentar esta música en la isla.