Ave, Cayo

Cayo Lara tiene nombre de tribuno romano y pronto será conocido a lo largo y ancho de España. Recién elegido coordinador general de Izquierda Unida, este veterano militante del PCE parece decidido a recuperar las señas de identidad de Izquierda Unida y, para ello, quiere que la coalición redefina sus posiciones políticas para que éstas aparezcan nítidas ante los electores. Si algo parece tener claro es que no quiere que IU sea un apéndice del PSOE, de la misma manera que ya le ha mandado recado a los nacionalistas de que él no lo es, que cree en la solidaridad y en la justicia social, en el reparto equitativo y que una cosa es hablar con ellos, con los nacionalistas, y otra muy distinta decir que sí a todo. Puestos a decir, también ha avisado al Gobierno de que no descarta la huelga general, y les ha dicho a sus compañeros sindicalistas que no se acomoden y que salgan a la calle a defender a los trabajadores.

Creo que Cayo Lara llega en el momento oportuno porque va a suponer un revulsivo para la “izquierda caviar”, o sea que Zapatero y los suyos van a tener que afinar el discurso porque ahora tienen enfrente a un hombre que no se va a dejar pasar por la izquierda por muchas ocurrencias que tenga nuestro presidente. Visto desde fuera, creo que Cayo Lara puede hacer revivir a Izquierda Unida, por más que no lo tenga fácil, pero al menos llega con un discurso y un programa de acción, sabe lo que quiere y adónde quiere ir, y eso es mucho más de lo que IU ha hecho en los últimos tiempos. A Cayo Lara se le adivinan los modos y maneras de los líderes comunistas de antaño, de manera que ya digo que el PSOE se va a tener que tentar la ropa porque no va a encontrar en él un compañero de viaje acomodaticio.

En una situación de crisis económica como la que estamos viviendo me parece a mí que es más necesaria que nunca una formación de izquierdas que plante cara al capitalismo de casino y sobre todo que sea capaz de defender a quienes menos tienen y más desesperados están. IU era una organización que moría lentamente por ineficaz. Ahora con Cayo Lara tiene una segunda oportunidad. Esperemos que acierte por el bien de todos.