La merecida despedida de George Bush

La visita sorpresa del presidente de Estados Unidos, George Bush, a Irak acabó con un incidente con un periodista que pasará más a la historia de You Tube que a los anales políticos, aunque el intento de agresión que sufrió el mandatario norteamericano es, quizás, el mejor reflejo de la despedida que se merece por su guerra en ese país. El incidente, ocurrido cuando el citado periodista le tiró a la cara sus zapatos como medida de protesta, es una muestra de que los iraquíes, al margen de los sectores más violentos, son conscientes de que la invasión no se hizo en nombre de la libertad ni contra el dictador Sadam Husein, sino que fue provocada para controlar el mercado del petróleo y con otros fines económicos que nada tenían que ver con lo que se vendió en su momento de guerra contra el terrorismo. Por eso, aunque todo gesto de violencia es rechazable, se comprende esta actitud no por el hecho en sí mismo, sino por la carga de crítica (y de valentía) de quien ha expresado de forma más gráfica un rechazo a una guerra que nunca se debió iniciar y como gesto final de resumen y de despedida a un mandato del que, posiblemente, puede pasar a la historia como el peor presidente de los Estados Unidos.