El pasado 2 de febrero, coincidiendo con el Día Mundial de los Humedales, tuvo lugar la ya tradicional suelta de aves (180 aves que desde ayer forman parte de nuestros humedales, contribuyendo a la no extinción de estas especies), desde la Cañada de los Pájaros, en el término municipal de La Puebla del Río, un acto que estuvo apadrinado por el Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, y por el prestigioso fotógrafo de naturaleza Antonio Camoyán.
Chamizo fue el encargado de abrir la jaula que contenía los ejemplares de cerceta pardilla y después, en declaraciones a los numerosos medios de comunicación allí trasladados, reiteró su compromiso, y el de la institución que dirige, para con la causa del humedal. Afirmó que desde su oficina se trabajará sin descanso hasta que este enclave esté totalmente fuera de peligro de desaparición, alabando la labor que realizan sus propietarios por la conservación de las aves.
Antonio Camoyán, gran defensor de enclaves como Doñana y la Cañada, dio la libertad a las fochas cornudas, especie que en 1992 sólo contaba con 25 ejemplares censados y estaba al borde de la extinción definitiva, y en la actualidad cuenta con más de mil individuos repartidos en varios humedales andaluces. Todos han salido de este enclave sevillano. La encomiable labor llevada a cabo por Maribel y Plácido, biólogos y propietarios de La Cañada, ha hecho posible el milagro de conseguir que esta especie no haya desaparecido para siempre de nuestro paisaje, por lo que se puede decir, sin temor a equivocarse, que esta especie existe todavía gracias a ellos y su equipo de trabajo.
La jornada resultó todo un éxito y contó con numeroso público que participó en las diferentes actividades propuestas desde La Cañada. A la muy aplaudida suelta de aves le siguió un acto protocolario de protesta, por la situación actual del humedal, en el que algunos asistentes, rodeados por voluntarios que portaban fotografías de algunas de las especies residentes, desplegaron una pancarta en la que se podía leer “Queremos seguir aquí”. Un guiño, pacífico y justo, a las diversas autoridades que tienen competencia en el conflicto y que, a día de hoy, no han aportado solución alguna para la feliz resolución del problema creado por los propietarios de las fincas colindantes y que amenaza la supervivencia de este espacio protegido.
Un taller de pintura con tinta china capitaneado por Mariano Soto y que tendrá continuidad en las instalaciones de La Cañada, hizo las delicias de los amantes del dibujo y la pintura de la naturaleza. Amantes de los animales, mayores y pequeños, grupos de amigos, parejas y familias enteras disfrutaron de los paseos por este humedal y pudieron ver, de primera mano y en su entorno, la gran cantidad de aves, de especies diferentes, que residen en La Cañada de los Pájaros.
Ahora comienza otro ciclo de reproducción y cría de estas amenazadas especies. Aunque, según comentaban los biólogos encargados, será difícil repetir la experiencia, que cumple veinte años, por la dificultad que están encontrando en las condiciones del hábitat y en las económicas, ya que este programa depende especialmente del entorno y no recibe ningún tipo de ayuda económica oficial.
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