El viceministro iraní de Asuntos Exteriores, Sayed Abás Araqchí, dijo hoy que la redacción del texto de eliminación de las sanciones es "complicada y amplia", y subrayó que se ha comenzado específicamente por ese tema, informó la prensa iraní.
Araqchí explicó que la diversidad de tipos de las sanciones existentes contra su país y sus variados vínculos hacen difícil el trabajo y subrayó que "la redacción del texto la hemos comenzado específicamente con el tema de las sanciones".
El alto negociador iraní explicó que en esta ronda de negociaciones, que empezaron el miércoles en Viena, "hemos negociado de manera intensiva sobre el marco de lo que queremos llevar a cabo".
Explicó que debido a los malentendidos surgidos recientemente y las declaraciones de la otra parte, Irán ha insistido en esta ronda de negociaciones en que "debe haber una clara imagen de la eliminación de las sanciones".
"Se deben eliminar todas las sanciones económicas y financieras", que es en lo que se basa el acuerdo, dijo el viceministro iraní y subrayó que "intentaremos redactarlo".
Araqchí explicó que tratan de mantener las negociaciones "en una atmósfera constructiva y conducirlas hacia su camino correcto".
"Nuestra posición es totalmente clara", afirmó el viceministro iraní, quien añadió que la próxima semana las negociaciones seguirán en Nueva York a nivel de ministros de Exteriores.
Por su parte, otro de los principales negociadores de Irán, Majid Takht Ravanchí, subrayó que "la eliminación de las sanciones es uno de los temas básicos de las negociaciones nucleares y es necesario que se mencione con claridad y de manera inequívoca en el texto del acuerdo".
Irán y los países del Grupo 5+1 (China, EEUU, Francia, Reino Unido y Rusia más Alemania) reanudaron sus conversaciones nucleares con el nuevo plazo del 30 de junio próximo en el horizonte, después de que el pasado 2 de abril fijaran en la ciudad suiza de Lausana una serie de principios para un acuerdo integral sobre los que desarrollar la negociación.
El entendimiento de Lausana, del que no existe un versión oficial acordada por las partes, estipula controles y limitaciones de diferente duración -entre 10 y 25 años- para distintos aspectos del programa nuclear de Irán.
Al mismo tiempo, prevé el levantamiento inmediato de ciertas sanciones mientras que otras se eliminarían de forma más gradual, aunque este aspecto parece ser uno de los más disputados y problemáticos para alcanzar un acuerdo.
