Cuartos sigue siendo esa función en la que se le presupone una mayor calidad de entre sus participantes respecto a preliminar. Esa es la teoría, la realidad a veces es bien diferente.
Ayer quedó nuevamente demostrado que el continuar en el Concurso no es sinónimo de calidad, más bien un premio ajustado a un corte en el que se refleja que unos van más que sobrados y otros más bien lo contrario. Inercias diferentes y más que evidentes.
La función tuvo, precisamente, en los finales de cada parte lo más destacado. Por una parte, la comparsa de Los Carapapa, ‘Los chatarra’, que nuevamente desplegaron todo un repertorio más a tener en cuenta y a entrar en todas las quinielas finales.
El colofón lo certificaron los sevillanos con ‘Dando la talla’ y los chiclaneros de otros hermanos, los Molina con ‘Los serenissimos’ con un 3x4 que volvió a hacer las delicias del respetable que aguantó hasta el final, no saliendo defraudados de una noche con altibajos y ajustada al máximo de calidad. Como dato anecdótico, en la primera parte actuaron tres generaciones de una misma familia: Pillo en el coro, Pillo (hijo) bombo de ‘Los chatarras’ y Joshua (nieto del corista), en la chirigota de Cascana. A su vez, un bisnieto del Pillo corista, ha salido en cuarteto infantil.