Tercer festejo y a la vez primera corrida del abono portuense 2017. Con más de media plaza y sin la presencia de viento, se han lidiado toros de Juan Pedro Domecq, de correcta presentación, para Juan José Padilla (Tabaco y oro): ovación con saludos y oreja; Antonio Ferrera (Turquesa y oro): dos orejas y oreja, y Roca Rey (Grana y oro): oreja y dos orejas. Se desmonteró Juan José Domínguez tras parear al tercero de la tarde. Hay que destacar la gran brega de Eduardo Duarte en el cuarto y el quite “de riesgo” que el subalterno “Mambrú” le hizo a su matador Padilla en este mismo toro al salir trastabillado del segundo par de banderillas.
Al romperse el paseíllo Padilla recibió de manos de José Grado Raposo (Presidente de la Asamblea Taurina de Cádiz), el cartel enmarcado de su presentación como matador de toros en El Puerto al cumplirse este año el XX aniversario de tan emblemática fecha. Al homenaje se unió David de la Encina (Alcalde de El Puerto). Ferrera no quiso salir a hombros por respeto a José María Manzanares, torero al que sustituía esta tarde.
Buen toreo capotero de Padilla al primero de la tarde, un ejemplar con poca fuerza que pareciera estar lastimado de los cuartos delanteros. El público protestó al animal pero la presidencia optó por dejarlo en el ruedo. Compartió el tercio de banderillas con Ferrera. El burel se le arrancó antes de pedir el obligado permiso a la presidencia y el jerezano resolvió la papeleta con unos pases por bajo. Después se fue a los medios para empezar la faena con la mano derecha sin probaturas. Su labor con la pañosa se basó en pases por ambos pitones en una faena sin apreturas y sin poder bajarle la mano al toro. Tras un “meteysaca” lo despenó de una estocada recibiendo una fuerte ovación tras petición denegada de oreja.
Su segundo toro a mi parecer fue el mejor del encierro. Padilla lo recibió con una larga en el tercio para después lancearlo con buenas verónicas. Al salir del caballo le realizó un quite por “faroles”. Lo banderilleó con soltura y salió muy apurado del segundo par. Brindó la faena al maestro Galloso. Con la muleta quizás le faltó lucir al toro y se preocupó más de agradar al público que de realizar la faena que el astado del mítico hierro de Veragua le pedía. Todo quedó en un quiero y no puedo, esto sí siempre destacando el valor y conexión que el “pirata” tiene con el respetable. Tras una estocada cortó una oreja con petición de la segunda.
Ferrera sustituía a José María Manzanares, quien el lunes tendrá que pasar por quirófano a causa de unas dolencias cervicales. El extremeño ha mostrado hoy que se encuentra en un momento muy importante en su carrera. Su primer toro fue devuelto a los corrales por inválido. Salió el sobrero, un toro justito de presentación que se “tapaba” por la conformación de pitones. El extremeño lo recibió con cadenciosas verónicas. Le realizó un buen quite por chicuelinas rematadas con media y serpentina. Invitó a Padilla a poner banderillas. La faena de muleta hizo honor a la canción del verano “Despacito”. Toreó con mucho gusto y entró y salió de las tandas con torería. Derramó en el albero portuense gotas del toreo del caro, a mí me recordó en muchos momentos al maestro Manzanares (padre), por la forma de meter los riñones y correr la mano. Si según dice el dicho “Extremadura es tierra de conquistadores”, Ferrera hoy ha conquistado a la afición de El Puerto. Tras una certera estocada fueron a parar a sus manos las dos orejas y me consta que el torero pidió la cabeza del toro para siempre recordar esta importante faena.
En el quinto no pudo pasarlo a gusto con la capa, pero al sacarlo del caballo le recetó un impresionante quite por gaoneras. La faena de muleta fue larga y voluntariosa ante un astado que parecía que iba a servirle pero que realmente estaba loco por rajarse. El torero a base de porfiar con él y sacándoles los pases de uno en uno logró una faena intermitente pero dejando ver las ganas que tiene por llegar la cima del toreo sin coger atajos. Tras una gran estocada cortó una oreja.
Roca Rey se presentaba esta tarde en la Plaza Real. En su primer toro realizó un arriesgado quite por caleserinas en los medios de la plaza. Comenzó la faena por estatuarios rematados con un pase cambiado por la espalda. El toro se “encampanaba” al salir de las series de muletazos. El diestro peruano mandó tanto en la faena que el toro se afligió y tuvo que tirar del repertorio de cercanías. Tras una estocada cortó una oreja.
En el sexto de la tarde sufrió una terrible voltereta al intentar realizarle un quite de frente por detrás. Tras el revolcón el diestro tiró de “bragueta” y repitió, esta vez sí sin incidentes, el quite. El pupilo de José Antonio Campuzano tiró de raza y poderío en la faena de muleta mostrándose muy firme ante las vibrantes embestidas del “juanpedro”. Terminó su labor acortando las distancias y arriesgando en tres tandas de circulares. Consiguió las dos orejas tras una buena estocada.
