El portavoz socialista, Miguel Tornay, ha manifestado las siguientes consideraciones sobre la RPT, tras los informes emitidos por la Intervención de Fondos.
“La situación creada en el Ayuntamiento de La Línea para la elaboración de una Relación de Puestos de Trabajo se acerca mucho más al caos y la descoordinación que a la tranquilidad que debería derivarse de un documento que viene a ordenar y organizar los recursos humanos municipales.
Tal es el así que, ya de entrada, el informe de Intervención de 29 de junio de este año, considera que la valoración asignada a todos los puestos de trabajo por el sistema de “puntos de factor” da lugar a una subida generalizada, en tanto que afecta al 79%, que es ilegal porque contraviene lo que establece la LPGE, pero que además carece de motivación alguna, contraviniendo también por ello el ordenamiento jurídico. Del mismo modo se refiere al restante 21% de los puestos que, en este caso, sufren una disminución en sus retribuciones complementarias, igualmente sin la pertinente motivación.
Por su parte, el alcalde y su delegado político en este asunto, Sr. Cobos, van cerrando acuerdos con los sindicatos sobre estas subidas sin tener ni el respaldo económico presupuestario ni los informes técnicos que los avalen. Atreverse a actuar de esta manera pone de manifiesto, en primer lugar, la ligereza y frivolidad con que cierran los acuerdos estos señores, en un tema tan serio e importante, sin tener claro hasta donde les permite llegar la ley. Y en segundo lugar, demuestra la irresponsabilidad de actuar descoordinadamente con quienes después les pueden tumbar los acuerdos, que son los técnicos habilitados nacionales.
En otro informe, complementario al anterior, con fecha 25 de septiembre de este año, la Intervención de Fondos llega a decir que Ciem, la consultora contratada por el Ayuntamiento, la misma que iba a ser la mejor y más objetiva opción posible para hacer la RPT según el alcalde, se queda en lo teórico y no hace ni siquiera una propuesta de la estructura organizativa y “se limita a enumerar los puestos de trabajo existentes y su problemática”, “sin dar solución a la correcta ocupación de puestos de trabajo por personal funcionario o laboral”, como señala el art. 15.3 de la Ley 30/84. Le critica además que la información que presenta está dispersa y que carece de elementos que son fundamentales como los ejercicios presupuestarios previstos para aquellos puestos que se crean y aquellos que se amortizan.
De esta manera tan clara, el informe sigue pulverizando el documento de la consultora y señala, por ejemplo, la contradicción de que se mantengan intactos departamentos municipales que prestan servicios de menor importancia o que incluso se mantengan los que no son de competencia municipal, como sanidad, mientras que otros que prestan servicios más básicos son deficitarios.
Y así, de forma minuciosa pero implacable, el informe llega a la contundente conclusión de que la RPT no da solución a las necesidades de organización de los recursos humanos del ayuntamiento, que es precisamente para lo que se supone que tenía que servir.
Por si fuera poco, el informe del Jefe de Personal de 31 de julio de este año dice que el estudio realizado por Ciem para la RPT sobre la situación del municipio “es insuficiente” y “sobre todo no tiene repercusión en el organigrama de la RPT”, con lo que es difícil evitar preguntarse, ¿para qué entonces han hecho ese estudio?. Aunque tendremos tiempo de analizar en profundidad ese otro informe en otro momento
En definitivas cuentas, el Ayuntamiento ha pagado 34.700 euros más IVA, del dinero de todos nosotros, a una consultora de Málaga por un trabajo que los técnicos vienen a describir, poco más o menos, como una chapuza. El equipo de gobierno local lleva ya casi dos años y medio intentando hacer una RPT pero lo único que consiguen ofrecer es un espectáculo de ineficiencia, descoordinación y enfrentamiento con la plantilla. Y los ciudadanos observan atónitos como en este ayuntamiento todo se eterniza y no se termina de resolver ningún asunto importante. La única certeza que tienen es que sus impuestos, que son de los más altos del país, si los tienen que pagar y a cambio reciben los servicios más pésimos del mundo”.
