Hace unas semanas tuvimos constancia del reto que se marca el Asador Bodegón de Jédula. Los clientes más arriesgados y atrevidos están llamados a devorar un churrasco de cerdo de dos kilos, con lo cual el establecimiento emula al conocido programa de la televisión norteamericana ‘Crónicas carnívoras’. Quien logre superar el desafío deberá hacerlo en tan solo una hora. El plato, para más inri, irá acompañado de patatas o verduras, y se podrá tomar agua, cerveza o vino tinto. El campeonato se celebrará en el momento en que haya un mínimo de diez inscritos. El ganador obtendrá una camiseta del asador, un trofeo y una comida para dos personas, claro está, otro día distinto al del concurso. Quienes no superen el reto, tendrán que abonar el precio del plato, fijado en 22 euros. Eso sí, para participar habrá que inscribirse en el asador y pagar diez euros.
Así nos lo cuenta José María Ferrer Hidalgo, un profesional de la hostelería como la copa de un pino, entre otros motivos porque ha trabajado durante 16 años en el conocido restaurante Don Pepe, donde adquirió una importante experiencia en el trato con la clientela. De hecho, es la persona que dirige el asador y su cocinero.
El Asador Bodegón de Jédula nació porque en la barriada no existía un restaurante de estas características, es decir, que sirviera sobre todo carnes al carbón, aunque en su carta abundan otros productos, tapas y platos: ensaladilla de marisco, huevas aliñadas, salpicón de marisco, pimientos asados, queso frito, croquetas de cocido, albóndigas de choco y gambas, gambón a la plancha, alcachofas, carrillada, revueltos, tortitas de camarones, solomillo al oloroso, roquefort o pimienta, ortiguillas y mucho más. En suma, cocina tradicional pero muy elaborada, donde próximamente tendrán cabida nuevos platos de cuchara y propuestas culinarias, si cabe, más veraniegas.
Pero José María Ferrer, pese a llevar la voz cantante del negocio, no está solo, pues cuenta con una plantilla de nueve trabajadores, con lo cual su establecimiento no descansa y puede abrir todos los días de la semana. Su socio que le acompaña en este viaje es Francisco Silva Medina, que igualmente atesora una importante experiencia en otro conocido restaurante arcense.
Aunque el asador abrió sus puertas en febrero pasado, sus promotores están la mar de satisfechos con la aceptación que ha tenido no sólo entre los vecinos de Jédula, sino de todo Arcos y de lugares como Chiclana, Sanlúcar, Cádiz o Jerez, de donde procede buena parte de la clientela.
El restaurante se enclava en un espacio muy agradable (avenida Alfredo Erquicia) que dispone de su propia terraza de verano. La profesionalidad del personal garantiza que a la hora de sentarnos a la mesa seamos atendidos de la mejor manera.