Así se desprende de la tercera Encuesta sobre Sexualidad y Anticoncepción en la Juventud Española, un estudio que de forma periódica recoge los comportamientos sexuales de los jóvenes españoles, cuyos datos fueron presentados ayer por representantes del Equipo Daphne.
El doctor Ezequiel Pérez, presidente de la Fundación Española de Contracepción, ha explicado que la muestra mantiene las proporciones reales por sexo y edad de la juventud española y ha señalado que los datos no son extrapolables por comunidades autónomas.
La encuesta, realizada a 2.000 chicos y chicas de entre 15 y 24 años en todo el territorio nacional, pone de relieve que el 94% utiliza algún tipo de método anticonceptivo, un porcentaje que se eleva al 97% entre los que mantienen relaciones sexuales con penetración, aunque aseguran no usarlos siempre.
El alto porcentaje de utilización de métodos anticonceptivos significa, según la doctora Isabel Serrano, directora de la Federación de Planificación Familiar Estatal, que “no todos los jóvenes son tan irresponsables como se intenta transmitir”.
El preservativo mantiene la tasa de uso más alta de Europa y es el método más utilizado en casi el 60% de los jóvenes, aunque uno de cada tres lo usa de forma inconsistente por lo imprevisto de las relaciones o la euforia del momento asociado, entre otros factores, al alcohol.
Esta situación provoca una elevada exposición al riesgo, ante la cual el Equipo Daphne ha llamado la atención y destacó el hecho de cómo las campañas institucionales promocionan casi en exclusiva de este método entre los más jóvenes, lo que ha creado una situación ficticia en nuestro país.
“Se está forzando el uso del preservativo”, según el doctor Javier Martínez Salmeán, jefe de servicio del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Severo Ochoa de Leganés (Madrid), quien ha matizado que aunque en teoría es el mejor método, desde el punto de vista práctico no es tan eficaz.
A pesar de estos datos, se observa un aumento en el uso de la píldora y el doble método –utilización conjunta de un método hormonal como la píldora y el preservativo–, especialmente entre los jóvenes de 15 a 19 años.
Precisamente el doble método es la apuesta del equipo Daphne, sobre todo para aquellos jóvenes que mantienen relaciones esporádicas, como una forma de evitar, al mismo tiempo, embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual.
La encuesta muestra que se han consolidado los hábitos sexuales de los más jóvenes, de tal forma que la edad de inicio de las relaciones se mantiene inalterable en torno a los 16 años. Se aprecia un aumento de la población sexualmente activa, que se sitúa en torno al 80% (una media de un 66% en los jóvenes de 15 a 19 y un 93%entre los 20 y 24 años) y se mantienen aspectos como la frecuencia de las relaciones, con una media de 8 al mes (9,1 las chicas y 7,8 los chicos).
También se mantiene el tiempo medio de duración de las parejas, aunque es superior en chicas que en chicos, ya que más de un 66% de ellas conserva su pareja más de seis meses frente al 45% de ellos.
En cuanto a la fuente a través de la cual los jóvenes reciben información sobre sexualidad, la encuesta señala que se ha producido un retroceso respecto a la familia, amigos, y profesores, frente a un aumento de internet.