La encuesta, hecha a cerca de 300 jóvenes de entre 14 y 18 años para evaluar su actitud ante un embarazo no deseado y realizada por los médicos del centro de salud Ricardo Fernández Valadés, de Jódar (Jaén), indica que en el caso de los chicos este porcentaje se reduce al 59%.
El informe da a conocer que a la pregunta de que a qué edad se debería permitir dispensar la píldora de emergencia, un 39,2% respondió que a partir de los 16 años; un 17 a los 18 años, y un 15% que a cualquier edad.
Ante el debate sobre la Ley del Aborto y la libre dispensación de la píldora del día después, los médicos de familia han insistido en la importancia de educar a los más jóvenes para que tengan una vida sexual sana y prevean los riesgos de mantener relaciones sin protección, que pueden derivar en un embarazo no deseado.
Las jornadas, organizadas por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) y su asociada de Murcia, están dirigidas a mejorar la competencia profesional de los médicos de familia tanto en los problemas más frecuentes en las consultas como en sus habilidades prácticas, ha dicho su director académico, José Zarco.
Zarco ha indicado que durante las mismas se abordan temas como las infecciones de transmisión sexual, la diabetes, vacunas, la exploración cardiaca, la violencia de género o la búsqueda en Internet ante una duda clínica.
En la exposición los médicos del citado centro de salud de Jódar, han explicado que ante un embarazo no deseado las chicas son más partidarias de contárselo a sus padres (73.2%) frente a los chicos (59.9%), y que el caso de decidir abortar más de la mitad, un 56%, lo hablaría con sus progenitores.
Por todo ello, los médicos de familia consideran preciso aprovechar las consultas de Atención Primaria para iniciar una anticoncepción reglada y concienciar a las más jóvenes de los riesgos de tener relaciones sexuales sin protección.
El cambio en las costumbres y hábitos de la población, ha explicado el doctor Lorenzo Arribas, del Grupo de Atención a la Mujer de semFYC, y el inicio cada vez más temprano en las relaciones sexuales hace imprescindible la puesta en marcha de campañas de información, educación y formación, que facilite a los jóvenes entender la sexualidad como parte de su salud.
De ello que sea clave el papel del médico de familia, al ser el profesional más cercano al paciente y a su entorno, y se deben aprovechar las consultas para, a través de la confidencialidad, hablar de forma abierta y facilitar un mayor conocimiento sobre los temas relacionados con la salud reproductiva, las conductas sexuales responsables y el uso de anticonceptivos.