Un futuro vuelo no tripulado del cohete New Shepard de Blue Origin contendrá un experimento del ingeniero aeroespacial granadino Álvaro Romero Calvo, quien acaba de recibir el premio Ken Souza de la American Society for Gravitational and Space Research (ASGSR), que le permitirá experimentar en condiciones de microgravedad.
El joven, que actualmente está realizando un doctorado en Ingeniería Aeroespacial en la Universidad de Colorado Boulder con una beca de la Fundación 'la Caixa', preparó junto a su director de tesis la propuesta que fue finalmente seleccionada por la ASGSR. En su experimento, someterá a prueba la electrólisis aumentada magnéticamente en microgravedad, una tecnología desarrollada durante su doctorado, según explica la entidad en una nota.
"La electrólisis, que es el proceso electroquímico por el cual producimos oxígeno e hidrógeno a partir de agua, es fundamental para la exploración espacial. Nos permite generar una atmósfera respirable en la Estación Espacial Internacional, conseguir combustible en órbita a partir de agua, y habilita tecnologías esenciales para los viajes tripulados, como la producción de combustible en Marte o la Luna", explica de forma didáctica.
El experimento va a usar imanes de neodimio de alta densidad para generar una fuerza análoga a la gravedad con la que intentará desarrollar un sistema de separación de gases y líquidos altamente eficiente. Según el ingeniero, su aproximación puede usarse como complemento o sustitución de otros sistemas existentes, y presenta tres ventajas fundamentales: no requiere energía, pesa muy poco, y (con un diseño adecuado) debería ser muy fiable.
"Digo debería porque lo que queremos hacer con el experimento es, precisamente, evaluar este concepto mediante el uso de un 'demostrador tecnológico' (es decir, un prototipo de un futuro sistema). Necesitamos una larga exposición en un entorno de microgravedad como el que ofrece el cohete New Shepard de Blue Origin, porque es un problema tan complejo que no existe forma de probarlo o simularlo en tierra".
En paralelo al diseño del experimento, Romero Calvo está desarrollando junto a los profesores Miguel Ángel Herrada Gutiérrez y Gabriel Cano Gómez, de la Universidad de Sevilla, modelos analíticos y numéricos que le permitan estudiar en profundidad aspectos fundamentales de este problema.
El ingeniero granadino dice haber tenido suerte en su experiencia investigadora hasta ahora, habiendo podido trabajar con varias plataformas de microgravedad europeas. Sin embargo, en sus palabras, "experimentar en el New Shepard de Blue Origin es algo completamente distinto. Se trata de una instalación que nos ofrece una exposición de varios minutos en microgravedad, lo que nos permite plantear experimentos muy ambiciosos. Algunos de los requerimientos que dichos experimentos deben satisfacer son muy similares al entorno espacial, lo que nos lleva a seguir las mismas técnicas de diseño que en cualquier otro sistema de los que lanzamos ahí arriba".
Destaca también que la empresa estadounidense de transporte aeroespacial fundada por Jeff Bezos "ofrece una instalación puntera para hacer investigación espacial, todo un cambio de paradigma en nuestro sector, donde las agencias gubernamentales han sido las que, tradicionalmente, han gestionado este tipo de recursos".