Arcos se dio un intenso y emotivo Jueves Santo gracias al buen hacer, en primer lugar, de la hermandad de la iglesia hospitalaria de San Juan de Dios, la más antigua de la ciudad al datar del siglo XV. La morena imagen del Cristo del artista Antón Vázquez representó a no poder más el sentido luctuoso de una jornada marcada por eso, por la muerte de Nuestro Señor en su cruz.
La de la Vera Cruz, Nuestra Señora de las Angustias, Nuestra Señora de los Dolores y San Juan Evangelista demostró con creces su espíritu evangélico y situó sus tres pasos en la calle con una salida que contó al mismo tiempo con un numeroso y entregado público y con ese silencio signo de respeto que caracteriza la procesión de la hermandad.
La corporación dirigida por Laura Oñate como hermana mayor abrió el templo poco después de las diez de la mañana para permitir la entrada de hermanos, vecinos en general y amigos de otras hermandades, para así vivir un momento de rezo e intimidad previo a la salida procesional.
Aunque pudo pasar desapercibido para el público, la hermandad estrenó las cuatro tulipas que flanquean al Lignum Crucis y la recién restaurada candelería antigua que ya fue mostrada por primera vez durante los últimos cultos, como también se pudo estrenar hace unos días en el besamanos a la Virgen de los Dolores su peana restaurada.
Uno de los aspectos más llamativos del desfile fue de nuevo la presencia de sus ya clásicos ‘armaos’ que fueron recuperados hace unos años para realzar la procesión, con el buen trabajo de Fernando Iglesias y los suyos en este sentido.
Como marca la tradición, la hermandad mostró en primer lugar la dorada canastilla de Cristo con un exorno floral donde destacaban a los pies de la sagrada imagen los helechos, eucalipto, camelias, el clavel verde y las orquídeas del mismo color. La imagen de Nuestra Señora de las Angustias, que data del siglo XVIII, lució igualmente helecho, eucalipto, anthurios morado, hipericum rosa y la flor de cera morada; el paso de San Juan, también helecho, eucalipto, clavel marisalado y limonium morado; exquisitos adornos florales, en suma, para alfombrar el itinerario de las sagradas imágenes.
La cofradía blanquiverde, no obstante, venía viviendo una semana repleta de momentos significativos que dieron inicio con la ofrenda floral realizada por el grupo joven de la hermandad el pasado Domingo de Ramos ante las plantas del Cristo de la Vera Cruz y, antes, con el besamanos a Nuestra Señora de los Dolores en el Viernes de Dolores que fue motivo de encuentro, además, con otras hermandades de la localidad. También entrañó cierto simbolismo la ofrenda floral realizada por los delegados de Urbanismo y Medio Ambiente, Juan Ramón Barroso y Jesús Rojas, en representación del Ayuntamiento, ocasión en la que los munícipes trasladaban el apoyo de la Corporación a los hermanos y hermanas y sus deseos de, como resultó, una buena procesión.
