Martínez indicó que el menor permanecerá posiblemente “en observación” durante los próximos días en el Complejo Hospitalario de Ourense, con el fin de llevar a cabo todos los informes médicos y psicológicos pertinentes que determinen su estado de salud actual.
“Le hemos hecho llegar a la familia que la Xunta, lo único que pretende es la mejoría del estado de salud del niño. Estaba enfermo y lo que queremos es que se cure y pueda devolverse a la familia en el menor plazo posible”, eso sí, siempre que no entrañe “ningún riesgo” para su salud, añadió Martínez.
Tras una primera valoración, el delegado territorial de la Xunta afirmó que, “aparentemente, el niño está mejor que hace unos meses”, si bien aseguró que no se tomará ninguna decisión hasta que los técnicos de Menores “emitan su informe”.
El ingreso del niño orensano en un centro tutelado dependerá de su estado de salud, así como de “los avances que haya experimentado a lo largo de este tiempo”. Así las cosas, manifestó que el objetivo es “devolverlo cuanto antes a su hábitat natural, ir al colegio con niños de su edad”.
En estos momentos, los padres del menor están imputados por los delitos de desobediencia, por no acatar las órdenes del juez, y de abandono, relativo a la situación prolongada de absentismo escolar, pues, desde 2008, la Fiscalía ha tenido constancia de que el menor no había asistido habitualmente a clase.
Con respecto a la posibilidad de llevar una tutela compartida entre la Xunta y los abuelos del menor, Martínez respondió que la Xunta está dispuesta a estudiarlo, puesto que los abuelos “están dispuestos a ser una familia de acogida”.