Piconeros revolucionarios que a ritmo de 3x4 y con unas ideas cuanto menos radicales, se presentan con un ritmo alegre, contagioso y fresco. De Cadi Cadi, sin duda alguna, defienden con tesón y con gallardía su programa, que cantan con ahínco los derechos de una abuela ante las urnas. Lo mejor sin duda los cuplés, que se camuflan como mejor pueden a base de golpes.
Unos políticos que no esconden su gaditanismo y sus recados a Jerez, “pues un pueblo es”. A falta de Ninfas, estos piconeros calientan el Falla con su localismo a base de golpes.