La creencia es una cuestión de fe y de fidelidad y en eso están los Molina que atrapan con un 3x4 que suena a gloria.
Una melodía encantadora y única. Y en eso que esta religión chirigotera encuentra a los devotos, como el que espera cada martes oír el Vaporcito. O el amor de los que aún no conocen las maravillas de Cádiz.
La chirigota chiclanera desborda clase y compás a raudales con un bombo que marca el compás en la búsqueda de una gloria que debe hallar e inmortalizar viendo y saboreando un sonido que aprisiona de principio a fin.