Zapatero compareció ayer ante el pleno del Parlamento Europeo para presentar el programa de España para el semestre y, en un discurso eminentemente económico, se ha comprometido a impulsar un mercado energético común, un mercado digital europeo, una estrategia en favor del coche eléctrico y el espacio universitario europeo.
Las principales fuerzas de la eurocámara han respaldado los objetivos españoles y han calificado el programa de “ambicioso”.
Socialistas y liberales han apoyado expresamente las ideas de Zapatero, mientras que los conservadores han manifestado sus dudas sobre las soluciones propuestas para la crisis.
Zapatero respondió a quienes le han recriminado la alta tasa de desempleo que sufre España –con cerca de un 20%– cuando le corresponde dirigir los debates sobre la futura estrategia económica europea.
“Si mañana la tasa de paro aumentara en su país, gobernara quien gobernara, mi respuesta como presidente del Gobierno y como europeísta sería de apoyo y de solidaridad y no de recriminación como ha hecho usted”, le dijo directamente al parlamentario conservador alemán Werner Langen.
Para Zapatero, “si no aprovechamos la sinergia que representan sus 500 millones de ciudadanos en lo económico, sus decenas de miles de empresas con capacidad y sus millones de trabajadores, a los que hay que facilitar cada día una mejor formación, no seremos los auténticos protagonistas del futuro en este escenario de la globalización; seremos espectadores, no protagonistas”.
Apostó así por “más política económica común” y por “quitar barreras”, objetivos de la Estrategia 2020 que debe diseñarse durante este semestre para sustituir a la Estrategia de Lisboa y que contendrá los compromisos económicos de la UE para los próximos años.
Al margen de la responsabilidad de cada Estado, apostó por dotar a la Comisión Europea de nuevas facultades para evitar otro fracaso como el de los últimos diez años.
No ha querido hablar de establecer sanciones –rechazadas públicamente por el ministro de Economía alemán– pero aprovechó la ocasión para recordar que ya existen en la UE e insistir en la necesidad de coordinación.
“Sumar no es controlar”, subrayó Zapatero, convencido de que sin esa política común países como China o India no tardarán en ganarle la delantera a Europa.
En la Estrategia 2020 incluyó también la necesidad de “un gran pacto social” entre empresarios y trabajadores, acuerdo que tradicionalmente hizo fuerte a Europa en periodos de debilidad.
En su opinión, ante la grave crisis que atraviesa la Unión, el pacto social puede ser una “gran palanca” para cumplir los objetivos que la Unión Europea (UE) se proponga.
Zapatero, quien recordó que ha suscrito más de veinte acuerdos sociales con sindicatos y empresarios, se reunirá con la Confederación Europea de Sindicatos (CES).
Para lograr una economía competitiva y sostenible, hizo especial hincapié en contar con un proyecto común en favor del coche eléctrico y un mercado común de la energía que potencie las interconexiones y permita reducir la elevada dependencia energética europea (del 59%).
Al margen del programa económico, José Luis Rodríguez Zapatero aseguró que España será “leal y colaboradora” con el presidente estable de la Unión Europea (UE) y con la Alta Representante para la Política Exterior, los nuevos cargos creados por el Tratado de Lisboa.