La inauguración del transporte directo entre Taiwán y China simboliza “el inicio del entendimiento y el fin del enfrentamiento”, y potencia la competitividad internacional de la isla, declaró ayer el presidente taiwanés, Ma Ying-jeou, en el puerto de Kaohsiung. Ma se congratuló, en la ceremonia inaugural de las conexiones directas de transporte marítimo de carga entre China y Taiwán, de este “importante logro a seis meses de su toma de posesión”, subrayando los beneficios económicos para la isla.
Los empresarios taiwaneses verán recortados sus gastos y el tiempo empleado en viajes, y la isla ahorrará unos 130 millones de dólares anuales en transporte, según cálculos oficiales.
La apertura del transporte directo llega cuando el ambiente de inversiones en China ya no es tan beneficioso para los taiwaneses, tras reformas de las leyes laborales y medioambientales que encarecen los costos.
“Los lazos directos facilitan que los empresarios isleños mantengan sus raíces en Taiwán”, agregó el mandatario, que ha lanzado una política de expansión de la demanda interna y busca atraer inversiones para combatir el declive económico.
La oposición, que no alberga una visión tan positiva del acercamiento económico y civil a China, advierte de que se está comprometiendo la soberanía de la isla por beneficios económicos inciertos. En el plano político, las opiniones en Taiwán están divididas, aunque todos están de acuerdo en que el inicio de las conexiones directas favorece la unificación con China.