Cáritas Diocesana alerta de la presencia de inmigrantes en la capital que ya ocupan puentes y cajeros automáticos, ante el inicio de la campaña de recogida de la aceituna, con antelación suficiente para fijar territorio y adueñarse de los sitios.
Son personas que no suelen ocupar el Centro de Transeúntes ni, más tarde, los albergues de la provincia, o que lo hacen a última hora, ya que sólo se podrán ocupar durante tres días. Precisamente ahí está la explicación. “Llegan con suficiente tiempo de antelación para apropiarse de sitios. Entre ellos se respetan y de ahí no se mueven.En plena campaña, si les interesa y se tienen que ir a un albergue, venden el sitio a otros inmigrantes”, explica el director de Cáritas Diocesana, Rafael López-Sidro, manifestando la práctica de mercadeo entre esta población.
Cáritas Diocesana cuenta con un equipo de voluntarios que sale a la calle durante todo el año para atender a las personas sin techo y ya se ha detectado la presencia de inmigrantes en la ciudad, concretamente desde la Feria de San Lucas.
Por otra parte, López-Sidro informa que lo han alertado de mafias de rumanos que están organizando cuadrillas para recoger la aceituna por jornales inferiores a lo que establece el convenio colectivo, concretamente, la mitad del precio, una práctica que ha sido denunciada en otras provincias andaluzas, en la recolección de la naranja.
En las calles de la capital, cada vez es más visible la mendicidad de la población rumana asentada.
El Foro Provincial de la Inmigración de Jaén se reunirá este jueves, 9 de noviembre, y desde Cáritas Diocesana solicitarán que habiendo camas libres en los albergues de la provincia, “no se consienta que los inmigrantes duerman en la calle por haber ocupado una plaza los tres días establecidos”.
Muchos llegan ‘sin papeles’, “buscando un sitio donde dormir y un plato caliente que comer”, lamenta el director de Cáritas Diocesana.
López-Sidro denuncia otra realidad, la de temporeros que llegan con contrato de trabajo y “no encuentran una vivienda en la que alojarse en régimen de alquiler”. En esta línea, pide concienciación ciudadana. “Las viviendas se ofertan en alquiler, pero cuando el propietario tiene que hacer un contrato a una familia temporera, se niega. Es un ejemplo de la falta de sensibilidad social”, lamenta el director de Cáritas Diocesana.
