Tiene veinticinco años y es la definición del duende jerezano. Fali Abad nos presenta ilusionado su primer disco, un trabajo sencillo, con ritmos rápidos y del que es imposible que no se te transmita su buena energía y toda la alegría que le ha imprimido al proyecto. El disco cuenta con multitud de colaboraciones de la talla de Diego Pozo o Ángel Martínez y un total de siete canciones compuestas exclusivamente por Abad.
¿Qué es el "”Sherry Rock”?
—Yo siempre he intentado huir de las etiquetas, porque aquí cuando tú haces rock and roll en Jerez con acento un poquito del sur, te intentan identificar con ciertos grupos ya conocidos y yo para huir de esa etiqueta me inventé el término Sherry Rock casi de coña, con los colegas... y es una forma de llamar al Rock que hacen los jerezanos, que como yo digo estamos tocados con la varita, estamos en la Nueva Orleans de España, el Folk jerezano y aquí todo el mundo tiene un toque del sur que no lo tiene cualquiera. El Sherry Rock es la mezcla de la música sureña americana con el sur de España.
¿Quién es Fali Abad? Háblanos un poco acerca de cómo llegaste al difícil mundo de la música y por qué decidiste aventurarte a grabar un disco en solitario, sabiendo lo complicado que está la industria musical en estos momentos.
—Fali Abad es un chavalito de Jerez que desde siempre ha escrito canciones, desde que tenía prácticamente uso de razón. Ha estado con muchas bandas y ha tocado con mucha gente. Luego se metió en el mundo del sonido porque desde siempre le gustó y le ayudó a conocer a mucha gente de la música. También trabaja de basurero. Siempre le ha gustado la música y ha compuesto canciones, es una persona trabajadora y le gusta tirar pa' adelante, reírse, el cachondeo, salir por ahí...
¿Dónde te ves dentro de 5 o 10 años?
—Ojalá me viera con mi música llegándole a muchísima gente, esa es mi ilusión. Que la gente pueda disfrutar de mi arte.
¿Cuáles son las influencias que más te han marcado como artista?
—La música Blues, el Country... Led Zeppelin, Robert Johnson, Jimmy Hendrix, Pink Floyd, Albertucho, Siniestro total, Joaquín Sabina...
Este proyecto comenzó hace ya dos años, y cuenta con la colaboración de artistas de la talla de Diego Pozo. ¿Qué otros artistas han participado y de qué modo han influido en el sonido del disco?
—La gente siempre me había dicho que mis temas le molaban, pero había que hacerlos bonitos pero yo no tenía banda...pero poquito a poco fue llegando gente y a base de colaboraciones lo hemos sacado adelante. Vino Jesús Pedrote, una eminencia de la batería en España, que se ha hecho con el tiempo productor de mi disco y mi mano derecha espiritual y después un montón de personas más. Vino Diego Pozo, David Strike a la trompeta, Alberto Bueno con los hammonds...la verdad es que he tenido la suerte de contar con lo mejor del rock jerezano. Pero no ha sido un proyecto con una banda fija, ha sido más bien a base de favores hasta que con suerte hemos hecho magia.
Además de músico, también eres técnico de sonido. ¿Has contado con el apoyo de alguna discográfica, productor o equipo que se ocupara de la grabación, o por el contrario, te has grabado, mezclado, editado y masterizado el disco tú solo? ¿En qué lugares has realizado la grabación?`
—No he contado con ninguna productora. Lo que hemos hecho es una autoproducción desde el estudio, nos hemos autofinanciado nosotros. Ahora contamos con Sergio Núñez que hace de mánager y con Virginia Menacho que lleva el tema de comunicación. También he trabajado en el estudio grabando y mezclando, pero realmente el técnico ha sido mi primo, Manuel Hidalgo.
¿Qué planes a corto y largo plazo tienes pensado para desarrollar tu carrera artística ahora que has sacado tu disco?
—Mi intención es llegar hasta donde pueda. Para hacer Rock hoy en día te tienes que ensuciar las manos. No es como antes que grababas un disco y te llovían las ofertas desde las productoras de Madrid. Ahora hay que trabajar mucho o no te comes nada.
¿Cómo definirías el sonido de las canciones que se incluyen en tu álbum, qué es lo que quieres expresar con ellas y de qué hablan?
—Es un sonido Blues, Country, Soul, Bluegrass...son canciones de cantautor y las letras hablan de las vivencias de un chaval en la calle al que le pasa de todo. Sale, se enamora, se desenamora, le dan palos...los errores de la adolescencia y de las tonterías que se cometen, del apoyo de la gente que te quiere...
¿Por qué la gente debería comprar o escuchar tu música?
—Creo que es una música muy accesible a todo tipo de oídos. Conecta muy bien con la juventud, tengo 25 años..las canciones las hice con 17 años, están basadas en mi experiencia, que la gente también las comparte. Es un disco muy cotidiano y habla de sentimientos generales
¿Cómo es el proceso de composición?
—Yo siempre lo he dicho, no he escrito una canción en mi vida. Siempre le he tenido mucho respeto a mi propia inspiración. He ido forjando canciones por impulso, en la calle...dónde me pille. No me gusta eso de sentarme y componer.
Qué no estarías dispuesto a hacer en la música? ¿Cuál sería tu límite?
—Faltar el respeto a la gente. Dar un directo sin ganas, no dejarme la piel y no dar el cien por cien en lo que vaya a hacer.
¿Qué características debe tener un músico para triunfar?
—Tener ganas de trabajar y no rendirse nunca. Hoy en día hay que dejarse de tonterías, tienes que mojarte. Moverte con todos los músicos posibles y mancharte las manos. No puedes creerte nadie.
¿Sin la ayuda de quién no podrías haberlo logrado?
—Sin la ayuda de todos los músicos que se han ofrecido a colaborar, a mi primo Manuel que me ha dado la oportunidad de grabar, ha sido técnico y psicólogo del Sherry Rock. Y también a toda la gente que siempre me ha apoyado, que siempre han escuchado mis canciones y han apostado por mí a tope. Sin ellos esto no sería posible. Me gustaría también recordaros que mi disco está disponible tanto en las principales plataformas digitales como Spotify, Itunes, Amazon o Google Music como en la Peña Los Mores y PIKI Tattoo por seis euros en su versión física.