El atropello mortal del guardia civil jerezano Agustín Cárdenas de 52 años mientras estaba de servicio en la madrugada del pasado sábado en un control a la entrada de Jerez en el kilómetro 0 de la autovía de los Barrios, la A-381, para dar el alto a un vehículo que venía huyendo de otra patrulla de la Guardia Civil a 180 km/h por la citada autovía desde Alcalá de los Gazules ha confirmado el “desmadre” y la “desgracia” de la que los agentes llevaban tiempo avisando en la zona a consecuencia de la violencia del narcotráfico. El abogado jerezano Pablo Martín Bejarano, que en principio ejercerá la acusación popular en representación de la Asociación Unificada de Guardias Civiles de Cádiz, AUGC, personada en esta causa, lleva 15 años trabajando con el colectivo, y no recuerda un suceso de esta envergadura y características que provocaran la muerte de un agente de la Benemérita realizando su trabajo. En este caso, el guardia civil se encontraba “de pie, esperando en el control”. “La mayoría de casos y accidentes graves, con muerte como la de Fermín, compañero de tráfico en Algeciras, son por caídas durante persecuciones (en este caso de la motocicleta) o accidentes” en los que se ven envueltos pero “dentro de los vehículos” por el exceso de velocidad y las "locuras" que hacen al volante los narcos.
Esto no significa que no llevaran tiempo advirtiendo de que tragedias como las de Agustín pudieran ocurrir. “La asociación lleva tiempo denunciando que el tema está bastante desmadrado en los últimos tiempos y en ciertas zonas conflictivas como Campo de Gibraltar y Chiclana la cosa está bastante calentita. Nos temíamos que en cualquier momento iba a ocurrir una desgracia”, añade para referirse al fatídico desenlace del guardia civil jerezano.
El detenido, de 22 años, natural de Granada pero residente en la zona del Campo de Gibraltar, se acogió a su derecho a no declarar el pasado lunes tras pasar a disposición judicial y comparecer por videoconferencia ante la juez desde la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz, que decretó prisión provisional y sin fianza por los hechos. La juez le atribuye presuntos delitos de homicidio agravado del artículo 138.2 b del Código Penal, hurto de uso de vehículo a motor del artículo 244, atentado agravado del artículo 551.3, así como dos delitos contra la seguridad vial por conducción temeraria y bajo la influencia de tóxicos (dio positivo en cocaína) y un delito de lesiones. Una solicitud a la que se adhirió la acusación popular sin perjuicio de “imputar asesinato”, atendiendo a las circunstancias en las que el funcionario de la Benemérita, vecino de Cuartillos, fue arrollado. “Al coche que conducía el detenido (con un menor de 17 años de copiloto) lo venían siguiendo por su actitud sospechosa, y sabía que lo estaban siguiendo, fue a por él (por el agente); estaba visible (señala para referirse a las señales luminosas del operativo y para dar el alto), era una recta larga, era de noche, sí, y lo estaba viendo”, indica.
En cualquier caso, continúa, “tendremos que verlo” y analizar “detenidamente” todas las diligencias practicadas y solicitar nuevas. También será clave el testimonio del compañero de Agustín, que presenció todo, y que desde los hechos se encuentra en “absoluto estado de shock” y ni siquiera fue capaz de asistir a la capilla ardiente.
Solicitar diligencias
El letrado de la AUGC Cádiz no descarta encargarse también de representar a la familia del funcionario y ejercer la acusación particular. En caso de que así sea, con este abogado u otro, será esta acusación la que debería personarse e interesarse por si la Fiscalía de Menores ha abierto diligencias o, en su defecto, solicitarlas contra el menor de 17 años que iba de copiloto y que quedó en libertad por la Fiscal de guardia. El joven, también de la zona, fue trasladado a los calabozos de la Comandancia de la Guardia Civil Civil de Cádiz junto al conductor, pero no llegó a dormir allí. Martín Bejarano desconoce si se le ha impuesto alguna medida, dado que otras fuentes consultadas hablan de que el menor fue trasladado a un centro de menores “abierto” sin que cayera sobre él ninguna medida cautelar. “Nos llama la atención qué grado de participación tuvo esta persona, pero no sabemos nada”, señalaban al respecto.