Cuatro de los seis expresos de Guantánamo acogidos por Uruguay como refugiados desde diciembre pasado iniciaron hoy frente la embajada de EE.UU. en Montevideo una protesta para exigir ayuda y que mejore su situación económica.
"No se han cumplido lo que ellos han pedido y por eso han venido a reclamar acá hoy. Ellos necesitan alguna solución, sea del Gobierno uruguayo o del norteamericano", dijo Ismael, uno de los traductores que se prestaron a acompañar a los expresos, que apenas hablan español.
El pasado 8 de abril el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, declaró a la prensa que si bien su país dio asilo a estos hombres -cuatro sirios, un tunecino y un palestino-, Estados Unidos es el que tiene que proporcionar "todos los medios" para que la vida de esos ciudadanos "sea digna".
El tunecino Abdul Bin Mohammed Ourgy dijo hoy que lo que quiere es vivir y trabajar en Uruguay y establecerse con su familia, pero aseguró que el dinero que recibe del Gobierno uruguayo no es suficiente y no puede vivir en el país.
Si bien a su juicio el responsable de su situación es EE.UU y es el país que debe cumplir con sus necesidades, pidió que les envíen "a otro país" si Uruguay no puede cumplir con lo que necesitan y que quedó firmado entre ambas naciones.
Según el tunecino, "en otros países a otros compañeros se lo han cumplido".
"Se han reunido con un montón de gente que les prometió soluciones y hasta el día de hoy no hay nada concreto de lo que se les prometió", explicó Ismael, quien añadió que los exreclusos permanecerán frente la embajada norteamericana hasta que atiendan sus reclamaciones.
Añadió que uno de ellos, Abdul, no tiene donde ir.
La razón es que en los últimos tres meses habitó en un hotel que aseguró le subsidiaba el Gobierno uruguayo hasta que hoy le informaron en el establecimiento que se tenía que marchar.
Anteriormente residía en la vivienda que la central sindical PIT CNT dispuso a los seis exreclusos desde que llegaron al país, pero "es chica y son seis personas", por lo que reclamó "una vivienda para cada uno y soluciones".
Actualmente cuatro de los hombres siguen residiendo allí.
Esta situación contrasta con las últimas declaraciones del presidente uruguayo sobre la situación de los exreclusos.
"Tenemos la información que ACNUR (Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados) cuenta con los recursos necesarios para atender los requerimientos de estos expresos y que próximamente cada uno de ellos va a tener una vivienda", dijo Vázquez a la prensa el 10 de abril.
Sin embargo, cinco de los seis hombres decidieron no firmar un documento que les presentó ACNUR por contener cosas "que no están claras", como por ejemplo que les iban a dar la casa "por no se sabe cuánto tiempo", así como un sueldo que "tampoco está claro", expresó el tunecino, quien reclamó ayuda suficiente para poder "vivir" y traer a su familia a Uruguay.
Por otro lado, Bin Mohammed agradeció "enormemente al pueblo uruguayo" su acogida y pidió "disculpas" por ofrecer entrevistas en estas circunstancias.
El expresidente José Mujica (2010-2015), quien impulsó bajo su mandato acoger a los exreclusos como refugiados, dijo recientemente que éstos "tal vez necesiten mayor ayuda económica" (que la que les proporciona Uruguay) pero que EE.UU. tiene que "inventar" la forma de ayudar a éstos económicamente, ya que, a su juicio, es "el responsable" de su situación.
Cumpliendo con la religión musulmana, tres de los hombres realizaron sus rezos a última hora de la tarde, bajo la bandera de EE.UU con la que la embajada en el país sudamericano cuenta en su exterior.
La llegada de los seis expresos de Guantánamo, contra los que nunca se presentaron cargos, respondió al compromiso de Mujica de colaborar con el presidente de EE.UU., Barack Obama, en el programa de cierre de Guantánamo, un penal para acusados de terrorismo situada en la base que EE.UU. tienen en territorio cubano.
