China ha autorizado el amarre de cuatro barcos norcoreanos en el puerto de Tangshan (noreste), dedicado al comercio de carbón, en un momento en el que Pekín supuestamente ha limitado importaciones del mineral por las continuas pruebas de armas de Pyongyang.
Los cuatro buques pararon en el puerto entre el miércoles y el jueves de esta semana, según el análisis publicado hoy por el portal especializado NK News a partir de datos de la página web de geoposicionamiento de navíos Marine Traffic.
Tres de los buques amarraron en un muelle destinado exclusivamente a la descarga de carbón, mientras que el cuarto lo hizo en otro dedicado a recibir partidas de carbón y otros minerales, según detalla el portal especializado en Corea del Norte con sede en Seúl.
Además dos de los navíos, el Jin Hung 9 y el Pu Hae, han participado anteriormente en actividades que violaban resoluciones sancionadoras y sus operaciones han estado en manos de individuos señalados repetidamente por un comité de expertos de la ONU por ayudar a Pyongyang a esquivar la legalidad internacional.
Las importaciones de carbón norcoreano por parte de China, principal socio comercial del país estalinista, han estado bajo la lupa desde que el pasado noviembre la ONU aprobó nuevas y endurecidas sanciones para Pyongyang por sus pruebas nucleares y de misiles.
El pasado febrero Pekín anunció que no compraría más de este mineral, principal exportación norcoreana, a Pyongyang durante el resto del año en virtud de las sanciones.
Sin embargo, el Gobierno chino luchó por incluir en las resoluciones de la ONU la llamada excepción de sustento (que permite el comercio para garantizar la subsistencia del pueblo norcoreano), lo que a ojo de muchos expertos constituye una rendija para que las empresas chinas tengan vía libre para comprar carbón y otros bienes.
Dada la actual tensión que se respira en la península de Corea por las continuas pruebas de armas del régimen de Kim Jong-un, el Gobierno de Donald Trump ha instado a China a ejercer más presión sobre su vecino e insinuado que si Pekín no colabora baraja otras medidas de presión, incluida la vía militar. E