Bajo un ambiente espectacular e inédito en Puente Genil, los aficionados del Ángel Ximénez vieron cumplido ayer su sueño de presenciar en directo las evoluciones de uno de los mejores equipos del mundo, el FC. Barcelona, que cumplió el guión previsto y demostró en el Pabellón Alcalde Miguel Salas su condición de dominador absoluto de la competición nacional y aspirante a hacerse con el cetro continental. Más allá del interés y del entusiasmo que despertó la presencia en la localidad de las estrellas azulgranas, el desarrollo del encuentro fue sorprendente, ya que el Ángel Ximénez trató de tú a tú al conjunto azulgrana y aguantó el tipo durante muchísimos minutos, ofreciendo fases de muy buen balonmano ante un conjunto culé que tuvo que echar mano del rendimiento de Karabatic y Lazarov para llevarse los puntos de Puente Genil.
Los primeros minutos comenzaron con un ritmo bastante alto, y con ciertos desajustes defensivos en la defensa pontanesa, lo que permitió a los visitantes establecer una renta favorable de dos tantos (1-3), pero poco a poco los de Antonio Ortiz empezaron a carburar, y a base de tranquilidad, posesiones largas y ataques que finalizaban con buenas posiciones de lanzamiento, comenzaron a ver la portería de Saric con cierta facilidad, manteniendo de esta forma a raya a los azulgranas (4-5 min.6). Aún así, el equipo pontanés no se podía descuidar perdiendo balones arriba, ya que los contraataques catalanes eran letales, y corría el riesgo de empezar a atascarse ante un equipo que comenzó a tomarse el partido muy en serio, y que se apoyaba en el juego de un inspirado Karabatic, que ejercía como director de orquesta. La ventaja visitante llegó a ser de cuatro goles favorables mediada la primera mitad (6-10), cosa que obligó al técnico del conjunto pontanés a solicitar tiempo muerto, unas instrucciones que resultaron de lo más efectivas, ya que a partir de ese momento, el equipo, muy bien dirigido por Óscar Río y empujado por los aficionados en la grada, comenzó a dar su mejor version recuperando el terreno perdido.
La aportación ofensiva del cántabro, con dos golazos consecutivos, y la intensidad defensiva de los locales, fueron estrechando paulatinamente el marcador ante la incredulidad de los aficionados, que a falta de poco más de cinco minutos para el descanso, vieron como su equipo, con un presupuesto infinitamente inferior al del Barça, era capaz de empatar el partido. No obstante, las decisiones de la pareja arbitral, muy protestada durante todo el partido, permitieron a los azulgranas jugar con superioridad númerica los últimos instantes de la primera parte, hasta llegar al 14-16 con el que ambos equipos se marcharon a los vestuarios.
Tras el descanso, la tónica del partido fue muy similar, el Ángel Ximénez continuó haciendo de la defensa su mejor baza, y el Barça tardó seis minutos en batir la portería de Chirosa. Xavi Pascual buscó más frescura entre los suyos metiendo en pista a Gurbindo y Juanín García, y colocando a Karabatic en la posición de central, pero el conjunto pontanés seguía sin perderle la cara al partido con una defensa férrea y aguerrida que no daba concesiones. Sin embargo, un par de pérdidas de balón y varios despistes en defensa, unido a las paradas del francés Robin, que cuajó un excelente partido, propiciaron que el Barça abriera un hueco de cuatro tantos (17-21 min.44) que comenzó a ser insalvable. Con más de diez minutos por delante el Ximénez intentó una nueva reacción, pero entonces emergió la figura de Karabatic para demostrar porque es el fichaje estrella del Barça y uno de los mejores jugadores del mundo.
Ante los goles del francés, los pontanenses no bajaron los brazos y siguieron luchando hasta el final, dejando sobre la pista detalles de enorme calidad como una peinada de Cuenca o un golazo de “Chispi” tras una gran jugada colectiva. Aún así, el 25-32 definitivo habla a las claras del mérito del conjunto pontanés, que no sólo ha sido de los pocos que este año ha plantado cara al conjunto azulgrana, sino que además sale reforzado de cara a los próximos compromisos ligueros ante los rivales de su mismo nivel.
