Por más que Mazzucchelli no sea un autor demasiado prolijo, su carrera no ha pasado desapercibida. En los ochenta se asoció con Frank Miller para dar una nueva vuelta de tuerca al mundo de los superhéroes, apuesta que devino en los aplaudidos "Batman: año uno" y "Daredevil: born again".
Lejos de instalarse en una cómoda poltrona, el dibujante emprendió entonces un camino de trabajos más singulares y personales, experimentales incluso y alejándose de los parámetros que le habían convertido en nombre imprescindible del cómic estadounidense.
La primera tentativa consistió en una adaptación de "Ciudad de cristal", novela del escritor Paul Auster que integra la llamada "Trilogía de Nueva York". Tan contento se quedó Auster que, en un gesto de sincero agradecimiento, apellidó 'Mazzucchelli' a uno de los personajes de "Brooklyn follies".
Más tarde llegarían las portadas para The New Yorker y el proyecto de revista autoeditada Rubber Blanket, trabajos que ahora se antojan menores en comparación con "Asterios Polyp" (Sins Entido), un cómic ganador de tres premios Eisner, tres Harvey y del Premio Especial del Jurado en el Festival de Angoulême.
La historia arranca en el apartamento de diseño de Asterios Polyp, un prestigioso arquitecto que no ha conseguido edificar ni uno solo de sus proyectos. Irreverente, altivo y provocador, el protagonista no tiene ni la más remota idea de que su vida está a punto de cambiar para siempre.
Después de que un rayo caiga sobre su salón y reduzca a cenizas sus bienes más preciados, Polyp inicia un viaje de redención en el que los detalles acerca de su pasado se nos irán revelando por medio de numerosos 'flashbacks'.
Así conoceremos la obsesión del diseñador por Ignazio, su hermano gemelo fallecido durante el parto; descubriremos a Hana, su ex mujer, una escultora de la que se enamoró a primera vista; y entenderemos el motivo de su frustración, resultado de una trayectoria profesional que no ha ido como esperaba.
Sin techo bajo el que cobijarse, abrumado por el infortunio y con el corazón destrozado, Polyp gasta sus últimos dólares en un billete de autobús que simboliza sus ansias de escapar, su angustia emocional, su imperiosa necesidad de reformular las directrices de una vida que se desmorona a cada paso.
El mundo de Polyp se nos muestra en viñetas que rompen con la estructura tradicional. Las tipografías identifican de forma característica a cada personaje y Mazzucchelli recurre a la profesión de su protagonista para descomponerlo en estructuras geométricas.
Con todo, el aspecto más destacado de "Asterios Polyp" es el exquisito uso del color, la forma en que el dibujante asigna una gama determinada para cada personaje, el modo en que las tonalidades varían en función del estado emocional, el empleo de cian, magenta o amarillo para mostrar los diferentes escenarios que recorre la historia.
"Asterios Polyp" no deja lugar a dudas: se trata de un ejercicio de profunda inspiración que deja al lector con la sensación de haber contemplado algo maravilloso, por más que la complejidad de la trama invite a una estimulante segunda lectura.