El taller de artes teatrales que imparte en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo ha sido la excusa para que la guionista, que en 1966 ya llevó Los Títeres de Cachiporra de Lorca por tierras de Jaén, se haya puesto a trabajar en algunos de los diálogos del poeta andaluz, como Los cartujos, que “apenas ha sido interpretado porque es mudo”, explicó ayer en rueda de prensa.
Con los mismos pupitres que utilizan sus alumnos para ensayar, Cohen ha ideado un escenario sencillo donde las mesas hacen las veces de balcón, de bosque de olivos o del patio de una cartuja.
Ferviente admiradora de Lorca, Cohen ha descrito el texto que trabaja estos días con sus “talleristas” como “un puñado de diálogos” al que “muchas veces se le ha llamado antiteatro porque tienen difícil salida en el teatro, bien por su brevedad o porque se alejan de los cánones tradicionales de la sociedad”, ha precisado.
“Son la parte más surrealista de Lorca” porque en las distintas piezas que componen los diálogos, “acoge varias vanguardias que se respiraban en su época”, ha resumido Cohen, quien ha apuntado que, en estos textos, Lorca también “rescata” de los autores clásicos “lo que más le emociona”.
En principio, Cohen ha elegido estos textos por la brevedad de los diálogos y porque “se prestaban a una tarea más concentrada”.
Pero desde el punto de vista de la temática, la directora se ha sentido atraída por la disyuntiva que hay en Lorca.
